LA ACTUALIDAD DE LA EMPRESA FAMILIAR

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Los riesgos del proceso de sucesión en la empresa familiar

Abr 2, 2021 | Empresa Familiar, Plan de Sucesión

Cuando una empresa familiar tiene vocación de perdurar durante generaciones hay algo que va a tener que afrontar. El proceso de sucesión.

Es ley de vida, va a ocurrir sí o sí. Y es probablemente la crisis más importante que va a afrontar la empresa familiar en su historia. De su buena gestión va a depender que la empresa se convierta en instrumento de armonía familiar o que pase a engrosar las dolorosas estadísticas de empresas familiares que lo intentaron pero no lo consiguieron.

Pero que sea ley de vida, y que su inevitabilidad sea evidente no lo convierte en algo que todo el mundo planifica, ni para lo que esté preparado.

Más bien ocurre lo contrario, pocas familias empresarias consiguen llegar a la madurez necesaria para entender que el proceso de sucesión es algo que necesita mucha planificación y trabajo. Los humanos somos así a menudo.

Como tú estás leyendo esto, en este momento te has convertido en alguien que está por encima de la media de sus colegas, te interesa el proceso de sucesión y sus riesgos asociados lo que te sitúa en una muy buena posición.

Hagamos honor al tiempo que estás dedicando y vamos a repasar los riesgos de los procesos de sucesión en las empresas familiares.

Riesgo 1: sentirse inmune y todopoderoso

Es el primero y más relevante, a menudo no está verbalizado, nadie va por la vida diciendo que es inmune a los riesgos. Lo que es más normal que ocurra es que se tiene éxito, la empresa y la familia crece, las cosas van bien, las expectativas son buenas…

Casi nadie en esta tesitura se preocupa por riesgos poco probables o que se perciben lejanos en el tiempo, como el de la sucesión. Esto suele conducir a una infravaloración de los riesgos reales y a una puesta de foco en los problemas urgentes en vez de en los importantes.

Riesgo 2: retrasar la sucesión

A nadie le gusta pasar el testigo, dejar de estar al mando, y más cuando se ha levantado algo desde cero o desde muy abajo. Se tiende a tener la impresión de ser imprescindible, de que no hay nadie más capacitado que uno mismo para llevar las riendas.

A esto se unen otras razones poderosas como la inseguridad de poder mantener el nivel de vida conseguido durante el retiro o la no identificación de un sucesor apropiado.

La consecuencia es un retraso innecesario del comienzo del proceso de sucesión hasta que haya circunstancias sobrevenidas que lo hagan imperativo.

Riesgo 3: confundir la propiedad con la capacidad organizativa

Hemos hablado en otras ocasiones de la complejidad del sistema familia – empresa – patrimonio que toda familia empresaria debe gestionar. Va mucho más allá de la complejidad propia de una empresa convencional.

La propiedad residirá en distintos miembros de la familia empresaria, pero el hecho de ostentar esa propiedad no implica poseer la capacidad de gestionar sistemas complejos como el que nos ocupa. La ayuda externa se tornará imprescindible cuando se abordan temas como el de la sucesión o el protocolo familiar.

Riesgo 4: confundir los flujos económicos

La empresa familiar consta de 3 entidades independientes pero interrelacionadas: la empresa, la familia y el patrimonio.

Entre estas 3 entidades se establecen diversos flujos económicos que hay que entender y gobernar. El riesgo consiste en no distinguir estos flujos afectando así la capacidad de monitorización y control. Y por tanto los resultados.

Riesgo 5: la gestión de las relaciones

En una empresa familiar se establecen lazos que van más allá de lo puramente profesional. El hijo puede ser a la vez subordinado o colaborador, el tío puede ser el director financiero, la madre es colega en el consejo de administración…

Durante un proceso de sucesión es muy fácil que afloren circunstancias emocionales que pongan en riesgo la buena marcha, y el buen resultado, del proceso. Se necesitan establecer métodos de comunicación que aislen la parte emocional de la profesional.

Riesgo 6: una gobernanza poco eficiente

La época en la que se trabaja en el proceso de sucesión va a ser una época llena de decisiones, sería muy conveniente que antes de empezar tengamos muy claros qué decisiones se deben tomar en qué ámbitos.

Hay que evitar confundir la dirección de la empresa con los órganos de gobierno del sistema familia – empresa. Una buena gobernanza será esencial.

Riesgo 7: usar los criterios fiscales para todo

Conseguir una buena fiscalidad al ejercitar la sucesión es muy relevante pero no debería ser el valor rector de las decisiones que se acuerden.

Un buen ejercicio previo sería definir los valores y la misión de la empresa familiar para que nos sirvan de luz y guía a la hora de tomar decisiones evitando guiarnos solo por criterios económicos.

Conclusión

La sucesión exige planificación y requiere experiencia afrontando situaciones similares para minimizar los riesgos mencionados. Lo lógico es que una familia empresaria se enfrente a situaciones de sucesión como máximo una vez por generación por lo que será difícil contar con la experiencia adecuada.

Nos ponemos a tu disposición para ayudarte a gestionar la sucesión en tu empresa familiar.

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