En cualquier empresa hay siempre muchos frentes que atender. Si la empresa es familiar aún más, y si se trata de una PYME además se da la circunstancia de que hay pocas manos para tanta faena.
Ya de por sí el día a día operativo es lo suficientemente duro como para no poder dedicar capacidad de reflexión, tiempo y energía a otros temas menos urgentes pero que sabemos que están ahí y algún día vendrán llamando a nuestra puerta mostrando su peor cara. ¡Y lo sabemos!
La revisión estratégica de mi negocio que ya no tiene la fuerza que tenía, la formación y la incorporación al mundo laboral de los hijos (¿dentro o fuera de la empresa familiar?), preparar la sucesión de la primera o de la segunda generación, examinar el estado y la gestión del patrimonio de la familia (fuente de tranquilidad o de trifulca y que sólo puede mejorar o empeorar), la planificación fiscal con tiempo y a tiempo, el futuro liderazgo de la empresa (¿estará en la familia, habrá que buscarlo fuera, o simplemente no llegará…?), la necesidad de tener profesionales de la gestión dentro y fuera de la familia, los conflictos de intereses que no se abordan y van creciendo en silencio, la falta de comunicación y de información que merman la confianza dentro del grupo, la continuidad y el futuro del proyecto familiar y empresarial…
Realmente nos jugamos mucho cuando dejamos pasar los días y no abordamos todos estos temas. La medicina a aplicar si no se llega a tiempo es de orden quirúrgico y los resultados suelen ser devastadores a nivel material, familiar y personal.
Solo hay una manera de enfrentarse a estas obligaciones del pequeño empresario familiar: La Anticipación.
Y lo mejor de todo, es que la mayoría somos conscientes de que esto es así. Pero, ¿cuándo y cómo?
No se puede trabajar sobre estos asuntos como si fueran temas de diario. Merecen una dedicación independiente con un enfoque distinto al del torbellino cotidiano. Se necesita reflexionar y poner orden. Por lo general no se precisa una cantidad enorme de trabajo, es más una cuestión de criterio y de actitud.
Las 5 claves para abordar este trabajo:
- Empezar INMEDIATAMENTE. Mañana es tarde.
- PONER ORDEN. Analizar, reflexionar, identificar los objetivos y el trabajo a desarrollar, priorizarlo y acometerlo.
- Sin PRISAS ni PAUSA. Reservar una mínima parte de nuestro tiempo de manera regular con ilusión y energía suficientes.
- FORMARSE. Es obligación del empresario familiar conocer y dar a conocer la trascendencia de estos temas.
- Pedir AYUDA y dejarse AYUDAR. No puedo saber de todo y mucho menos tratar de ser un especialista. Contar con la ayuda apropiada es absolutamente crítico.
¿Nos vemos pronto? ¿Dentro de un mes? ¿De un año…?
Dirección en Japón Matarí