Continuamos la historia de Conservas Sánchez.
Lo habíamos dejado cuando Enrique consiguió tomar la decisión de trabajar con unos consultores de empresas familiares siguiendo el consejo de su amigo Landelino.
Lo siguiente que hizo fue incluir a su hermano Adolfo en el proceso, Enrique es el Gerente y se siente el líder de la familia pero Adolfo, además de ser su hermano, es su socio y necesitaba su aprobación.
A partir de ahí se puso a conseguir propuestas, incluyó la consultora que había trabajado y aún seguía trabajando en la empresa de su amigo, pero además incluyó a otras tres más.
Era un paso muy importante y no se podían tomar atajos.
Habló con los cuatro y les explicó su percepción de los problemas que quería solucionar, fueron conversaciones en las que Enrique ya se empezó a formar ideas en función de las preguntas que le iban haciendo.
Eso fue sobre todo lo primero que le llamó la atención, había quien se limitaba a escuchar y quien no paraba de hacer preguntas.
Los que más preguntas le hacían le causaron la mejor impresión. Entendía que un consultor de empresas familiares ha peleado con problemas similares al suyo muchas veces y tendría estandarizadas las soluciones a los problemas típicos. Pero también pensaba que su sector, su empresa o su familia eran distintas a otras, y seguramente necesitarían un trato un poco personalizado.
Incluso hubo dos que le solicitaron poder hablar con su hermano y socio además de con él, buena señal.
Las propuestas que recibió Enrique
Al final de estas conversaciones, Enrique les pidió a todas las consultoras que elaborasen una propuesta para afrontar su lista de problemas, que era esta:
- Sucesión: ¿quién me va a suceder?, ¿cómo voy a hacer para que nadie se sienta agraviado?
- Profesionalización: tenemos empleados a todos los familiares que han querido trabajar en la empresa pero ¿tenemos a los que necesitamos?
- Gobierno del sistema empresa-familia-patrimonio: hasta ahora ha ido bien entre mi hermano y yo pero está claro que la siguiente generación necesita nuevas estructuras de gobierno
- Terminar la implantación del ERP de una vez: era un proyecto para mejorar y ahora es un suplicio.
- Cambiar la tendencia negativa de los beneficios: de momento estamos bien pero no podemos aguantar demasiado tiempo con los beneficios bajando.
- Complemento de la pensión: ¿tendremos que vivir mi hermano y yo solo con la pensión legal cuando nos retiremos?
- Gestión financiera y patrimonial: Adolfo gestiona bien las cuentas y es muy prudente pero tenemos que prepararnos para cuando él no esté a cargo.
Recibió dos propuestas por email mientras que las otras dos consultoras de empresas familiares le solicitaron una reunión para hacer una presentación en persona. A él le parecía que siempre es mucho mejor ver los ojos y el lenguaje corporal de las personas que probablemente compartirán todos los secretos de la empresa, y muchos de la familia, antes de tomar una decisión, aunque no por eso descartó a los que se las enviaron por email.
Por supuesto incluyó en las reuniones a su hermano Adolfo, estaba totalmente convencido de que los dos iban a tener mucha implicación en todas las decisiones que tomaran en los próximos meses. Necesitaba que se sintiera implicado desde el momento de la toma de decisión de quién les iba a acompañar en el importantísimo proceso que estaban iniciando.
Dos propuestas no cubrían todos los puntos que necesitaba. Entendió que este tipo de empresas también tienen su especialización y hay temas en los que no se quieren meter o no tienen los conocimientos ni la estructura para ello.
Cómo tomó su decisión
Así que después de tener las dos reuniones y revisar concienzudamente las otras dos que había recibido por email se encontró ante la disyuntiva de tomar una decisión.
Era consciente de la importancia del momento y por una vez, quizá un poquito influenciado por su amigo Landelino, no quiso tomarla solo.
Llamó a su hermano y tuvieron una conversación:
- Adolfo, ¿tú que piensas? – preguntó Enrique –
- Verás Enrique – dijo Adolfo – yo creo que padre y madre trabajaron mucho para conseguir dejarnos un medio con el que ganarnos la vida. Después tú y yo hemos conseguido hacer crecer la empresa y la tenemos razonablemente bien. Pero el problema que veo es que esto ya es demasiado complejo por sí mismo, no podemos añadir más complejidad contratando a alguien que solo lleva una parte de todo lo que necesitamos hacer.
- Así que yo estos dos los descartaría. – señalando a los que no cubrían todo el problema.
- Bien, – Enrique los aparta de la mesa – estoy de acuerdo contigo, así que nos quedan estos otros dos. ¿Tienes alguna opinión de cual debemos coger?
- Pues verás Enrique, siguiendo con el mismo concepto te diré que a mí los que más me gustan son estos – dijo Adolfo señalando nuestra propuesta -. Me parece que son los que realmente nos pueden ayudar porque tienen una propuesta que se centra en conseguir que la empresa pueda pasar de generación en generación, buscando la armonía entre la empresa y la familia. Realmente me ha gustado mucho ese concepto de tratar todo como un sistema empresa – familia – patrimonio, y lo de que para conseguir armonía en el sistema hay que trabajar a todos los niveles.
- No se hable más Adolfo, estamos de acuerdo. Vamos a llamarles. – concluyó Enrique.
Conclusión
Seleccionar a una consultoría de empresas familiares es una decisión con implicaciones a largo plazo, nuestro consejo es que hagas una lista parecida a la que hizo Enrique, busques a alguien que pueda ayudarte en la mayor parte de los problemas identificados y que además tenga vocación de permanencia.
Vas a necesitar mucha ayuda y hace falta que se comprometan contigo.