Ante el momento de adversidad que estamos viviendo a causa de la crisis sanitaria, es imperante establecer o adecuarnos a los cambios en casa, trabajo, escuela, formas de entretenimiento, por mencionar algunos, para seguir adelante con nuestras vidas.
Cada puesto requiere una serie de conocimientos, más o menos técnicos, sobre las tareas que se deben realizar, pero hay otra serie de capacidades más transversales que también son necesarias para encajar en un ambiente laboral.
Una competencia es un conjunto de habilidades, conocimientos y capacidades que posee una persona y posibilitan el desempeño de una actividad o puesto de forma óptima. Poseer competencia para desarrollar una actividad supone haber transformado un recurso -personal-, en una capacidad.
Competencias…Capacidades…habilidades ¿Dónde adquirir estas preciadas destrezas para ser útiles?. Las empresas familiares han comprendido la importancia de la formación de sus recursos humanos.
Llevamos un tiempo escuchando “hard skills” y “soft skills”, pero ¿qué son realmente y cómo podemos aplicarlas en la empresa familiar?
Las habilidades duras o “hard skills” son todos aquellos conocimientos que se adquieren mediante la formación educativa reglada y la experiencia profesional. Son susceptibles a ser enseñadas en ámbitos académicos.
Este tipo de habilidades son aquellas que nos ayudan a llevar a cabo un trabajo o una tarea determinada.
Algunas de las habilidades que encontramos aquí son:
- Grados o títulos académicos
- Competencias en idiomas extranjeros
- Programación de ordenadores
- Manejo de maquinaria específica para la realización de un trabajo
Las habilidades blandas o “soft skills” son mucho más difíciles de cuantificar y hacen referencia a habilidades interpersonales y sociales que posee cada persona.
Este tipo de habilidades se relacionan directamente con la inteligencia emocional y con la personalidad de cada persona. Mientras que las hard skills se relacionan directamente con la inteligencia general o el coeficiente intelectual (CI)
Algunos ejemplos de este tipo de habilidades son:
- Capacidad de comunicación
- Capacidad de liderazgo
- Motivación
- Gestión del tiempo
Las más demandadas
Cada vez más, este tipo de habilidades son más necesarias en el mundo laboral.Podemos hablar de que, incluso en algunos estudios, se les otorga a estas habilidades hasta un 90% del éxito de una persona en el entorno laboral. Para cada puesto de trabajo, existirán diferentes hard skills básicas como un grado universitario concreto o determinado nivel o experiencia en un idioma extranjero, pero también necesitarás soft skills que te ayudarán a ser mucho más eficiente en tu puesto de trabajo. A continuación, te mostramos algunas de las soft skills más demandadas en nuestro mercado actual:
- Resiliencia: necesitamos ser capaces de adaptarnos a situaciones adversas y mantenernos fuertes, pacientes y calmados en entornos de crisis.
- Compromiso: debemos estar comprometidos al 100% con los objetivos de la empresa, esto nos llevará a una mayor motivación y concentración, y por consiguiente a una mayor productividad.
- Flexibilidad: debemos estar abiertos a nuevas formas de trabajo, a la utilización de nuevas herramientas y a aceptar todos los posibles cambios que vendrán.
- Aprendizaje constante e independiente.
- Tomar decisiones en base a los datos: el análisis de datos y el Big Data se han vuelto imprescindibles para las empresas. Esto nos ayudará a reconocer oportunidades y a sacar conclusiones mucho más efectivas que si lo hiciéramos de forma subjetiva.
Las habilidades duras y blandas responden al desafío de estar preparados para afrontar escenarios de trabajo y productividad en donde la única constante es el cambio continuo.
Todas estas habilidades deben aplicarse en el día a día de una empresa familiar, donde trabajadores y empresarios deben enfrentarse a problemáticas de diversos tipos y donde, en muchas ocasiones, el equipo formado por familiares de manera casi forzada, no cumple con las capacidades que la nueva situación demanda. De ahí que sea tan importante la formación continua, el reciclaje formativo de los equipos y la apertura de mente.
En el caso de los equipos que forman parte de la gerencia o la dirección, éstos deben utilizar este tipo de habilidades con el objetivo de abandonar su papel de “jefe” y ocupar un nuevo papel: el de “líder”, para lo que necesitará aplicar habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, dejando a un lado la inteligencia general.
Se tiene total evidencia, así como testimonios verídicos para sostener la idea de que las habilidades duras y blandas no solamente son importantes, sino vitales no solo para mejorar la calidad de vida de las personas, sino también para salvar vidas por medio de la propuesta, gestión y puesta en marcha de proyectos con impacto social.
Vivimos en un mercado cada vez más competitivo. Cada vez hay más requisitos, más estudios, mayor preparación. Tanta, que podemos llegar a olvidar la base de todo, el ser humano. Ya no basta con saber, hay que saber hacer, querer hacer y poder hacer. Dentro de todo este proceso, los conocimientos técnicos son fundamentales. Sin embargo, sin una correcta aplicación dentro de las relaciones humanas que se establecen en los procesos, los resultados pueden no ser los deseados.
Los conocimientos técnicos y la experiencia no garantizan el éxito. Estos tienen que ir acompañados de habilidades y competencias, absolutamente necesarios para poder ser más efectivos en los entornos profesionales. Según el informe ‘El futuro del lugar de trabajo’, de la consultora McKinsey, se estima que para el 2030, la demanda de habilidades tecnológicas aumentará en un 55%, los requisitos para las habilidades sociales y emocionales (liderazgo, gestión, etc.) aumentarán un 24 % y la demanda de habilidades altamente cognitivas (como la creatividad o el procesamiento de información compleja) aumentará un 8%.
Asumir el desafío de la transformación a la que se están enfrentando las empresas, así como las exigencias del nuevo paradigma laboral, forman parte de los retos de este año. Buscar la perfecta alineación entre colaboradores y empleadores será clave para lograrlo.
La educación es la base. Pero ahora se trata de una formación continua, que nos va a acompañar a lo largo de toda nuestra vida y que nos va a permitir adquirir no solo conocimientos, sino también habilidades que nos acompañarán en toda nuestra trayectoria laboral.
Fuentes:
(1) Equiposytalento
(2) Cátedra Empresa Familiar
(3) Business Insiders