La crisis actual provocada por la Covid-19 ha acelerado los procesos de transformación de la empresa familiar, y lo ha hecho desde diferentes ángulos como la digitalización, la resiliencia o la innovación.
En la empresa familiar se reúnen dos de los elementos más importantes de la vida actual: a la familia, que es el núcleo básico de la sociedad, y a la empresa, que es el pilar fundamental de la economía. Es por esto que tiene una doble responsabilidad consistente, por un lado, en promover el bienestar de la familia y, por el otro, en lograr el éxito y la continuidad de la empresa.
Para que las empresas familiares logren el éxito y la continuidad, deben ser capaces de identificar y enfrentar los retos que se les presentan.
Podemos decir que la recuperación de la economía andaluza ha sido buena tras la etapa que venimos viviendo desde comienzos de 2020. Hemos crecido más que otras regiones en PIB, en exportaciones, en creación de empleo, en número de nuevos autónomos y sociedades mercantiles, hemos reducido nuestra endémica tasa de paro y se ha avanzado en la reducción de trabas administrativas y en la bajada de la imposición fiscal cedida a nuestra Comunidad.
Comenzamos un 2022 con las mismas preocupaciones con las que abandonamos 2021: La pandemia y la salud, la recuperación y el desempleo. No obstante, tenemos confianza en que nuestras empresas familiares sigan recuperando el terreno perdido en los últimos años. Vamos a seguir avanzando aprovechando todas las herramientas que ofrece el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La pandemia ha aumentado la presión sobre los equipos directivos para que ofrezcan un valor financiero y un impacto social y ambiental para todas las partes interesadas. Para construir organizaciones verdaderamente equitativas, las empresas deben fortalecer su “ADN sostenible”, tendrán así más probabilidades de obtener mejores rendimientos financieros que sus homólogas y un impacto positivo a largo plazo.
La crisis acelera la transformación: perspectivas españolas y globales para empresas familiares y de capital privado ponen de relieve la importancia de elementos vinculados a la cultura de la organización – como son el dinamismo, la capacidad de colaboración o la capacidad técnica – para alcanzar los objetivos.
Este año la empresa familiar deberá abordar algunos retos que pasan a ser casi una necesidad ineludible para lograr el crecimiento y estabilidad deseados.
La Familia
Una comunicación efectiva y el establecimiento de reglas y políticas claras, son indispensables para resolver conflictos y alcanzar acuerdos, para lo que la herramienta más apropiada es la creación de un protocolo familiar.
Las Personas – Salud
Este año será esencial el cuidado de la salud mental de las personas trabajadoras. la importancia de que las compañías asuman esa dura realidad para ser conscientes de que la salud mental de sus empleados y empleadas es tan importante como su salud física y que elaboren mecanismos para regular aspectos como la desconexión digital o las horas extra. La pandemia ha propiciado una digitalización absoluta de la mayoría de empresas y un considerable aumento del teletrabajo. Eso ha permitido conciliar mejor la vida familiar, pero al mismo tiempo está provocando que muchos empleados y empleadas se mantengan permanentemente conectados a sus dispositivos de trabajo incluso tras terminar su jornada.
Organigrama – Estructuración de la Empresa Familiar
Se hace imprescindible la creación de una estructura competitiva. Es necesario llevar a cabo un proceso de profesionalización que permita el reclutamiento, selección, contratación, remuneración –de acuerdo al mercado– y desarrollo de personal capaz, independientemente de si pertenece o no a la familia propietaria.
Estrategia
Muy importante en la situación que vivimos trazar una estrategia que nos permita identificar y desarrollar la ventaja competitiva específica de la empresa.
Definir roles, responsabilidades, objetivos y salarios.
Otro de los retos de las empresas familiares es poder y saber definir roles, responsabilidades y objetivos claros que marquen el rumbo que desea seguir la empresa. Si los roles están bien definidos, se formalizan procesos que de otra forma implicaría que varias personas asumieron responsabilidades que no les corresponden.
Sostenibilidad
La empresa familiar no es ajena al compromiso por la sostenibilidad que recorre el mundo empresarial. Es evidente que toda empresa que quiera garantizar su sostenibilidad a largo plazo, debe abordar una adaptación cultural.
El desarrollo de prácticas que crean organizaciones sostenibles hace más que generar un impacto ambiental, social y de gobierno. Al construir relaciones sólidas y mutuamente beneficiosas con las diversas partes interesadas, esto también se refleja en una mejora del rendimiento financiero.
Digitalización
Sin duda la transformación digital es clave, y toda empresa que quiera garantizar su existencia en el corto plazo debe afrontarla. Con tecnologías adecuadas y conocimientos digitales, no solo puedes responder a las próximas tendencias, sino también gestionarlas con un modelo de negocio flexible y listo para el futuro que te permitirá ir a la vanguardia de los cambios
Innovación
La empresa familiar tiene el doble reto de mejorar su facturación y su rentabilidad a corto plazo e impulsar la innovación con agilidad para competir en un mercado digital y tecnológico cada vez más global, sin perder de vista los cambios regulatorios (según el VIII Barómetro de la Empresa Familiar)
Control Financiero
Se debe definir una política de capitalización que establezca los montos de reinversión de utilidades y de pago de dividendos.
Gobierno Corporativo
Se hace necesaria la creación de estructuras que aseguren el cumplimiento, control y seguimiento de sus acuerdos. Los órganos de gobierno idóneos para lograrlo son: el comité directivo, el consejo de administración y el consejo familiar.
Planificación de la Sucesión
Se deberá crear un plan de sucesión que nos ayude a lograr la transferencia del liderazgo y la propiedad a la siguiente generación, que deberá estar capacitada y comprometida para asumirlo eficazmente.
Internacionalización
También afrontan las empresas familiares el reto de la internacionalización del negocio y la apertura a nuevos mercados.
El desafío para la empresa familiar es, por lo tanto, doble, ya que no solo debe madurar y transformarse como organización familiar, asegurando la continuidad de su legado desde el punto de vista de la familia y empresa, sino que debe simultáneamente desarrollar, fomentar y mantener una cultura organizativa que favorece la transformación continua de la empresa y del negocio.
Sin duda, si la empresa familiar es capaz de dominar el desarrollo de estos dos ejes, será también capaz de asegurar un futuro sostenible, navegando el corto, el medio y el largo plazo. Sin duda, uno de los grandes retos de la empresa familiar radica en lograr combinar su grado de desarrollo como organización con una cultura sólida, basada en los valores que la distinguen (independientemente de su grado de madurez) y fomentar así la pervivencia de estos valores en el tiempo como garantía de sostenibilidad.
Fuentes:
(1) KPMG
(2) Accenture
(3) Deloitte
(4) IEF
Imagen: <a href=’https://www.freepik.es/fotos/nube’>Foto de Nube creado por jcomp – www.freepik.es</a>
