Cuando se trata de empresas familiares, uno de los aspectos más importantes es cómo se maneja la transición del liderazgo y la autoridad. En muchos casos, la empresa es fundada por un miembro de la familia y a medida que crece, otros miembros se unen y desempeñan roles importantes. Sin embargo, esta transición puede ser complicada, especialmente al transmitir estos roles a la siguiente generación.
Una diferencia clave entre la autoridad y el liderazgo en una empresa familiar es que la autoridad a menudo se hereda, mientras que el liderazgo se gana. En otras palabras, la autoridad puede ser pasada naturalmente de padres a hijos, mientras que el liderazgo requiere habilidades específicas y la capacidad de inspirar y guiar a otros.
El poder se puede obtener mediante la delegación de responsabilidades o al ocupar un cargo que otorgue autoridad. Las leyes regulan el poder y su aplicación se rige por normas, ya sean explícitas o implícitas.
La Transición
A medida que una empresa familiar crece y evoluciona, es crucial abordar de manera planificada la transición del liderazgo y la autoridad. En muchos casos, puede ser útil establecer políticas y procedimientos claros sobre cómo se manejará esta transición.
Es importante reconocer que los miembros de la familia no siempre están automáticamente preparados para asumir roles de liderazgo y responsabilidades en la empresa solo por ser familiares. Las habilidades de liderazgo y toma de decisiones son competencias que se pueden desarrollar y mejorar a través de la capacitación y la práctica.
Por lo tanto, es fundamental que las empresas familiares brinden oportunidades de desarrollo en estas habilidades tanto a los miembros de la familia como a otros empleados.
Cómo ayudar a las nuevas generaciones
Una forma ayudar a las nuevas generaciones a tomar las riendas del liderazgo y la propiedad es mediante programas de capacitación específicos en liderazgo y toma de decisiones.
También es importante exponer a los miembros de la familia a diferentes entornos y perspectivas, y fomentar su participación en organizaciones externas, como asociaciones sectoriales y organismos gubernamentales.
Además, para que la transición del liderazgo y la autoridad sea más transparente y fluida, es recomendable establecer un plan de sucesión formal que identifique y prepare a los candidatos para asumir roles de liderazgo en el futuro.
Hay que tener en cuenta que la transición del liderazgo y la autoridad no siempre debe ser de padres a hijos.
En algunos casos, puede ser apropiado que un miembro de la familia que no esté directamente relacionado con la línea de liderazgo actual asuma un papel de liderazgo en la empresa, un hecho que puede requerir aceptación y confianza entre los miembros de la familia existentes.
Es fundamental tener tanto autoridad como liderazgo
Ambas son necesarias para manejar y dirigir de manera efectiva a un equipo de trabajo.
La autoridad permite a una persona tomar decisiones y emitir órdenes que deben ser seguidas por los miembros del equipo, mientras que el liderazgo es la habilidad de influir, motivar y dirigir a las personas hacia un objetivo común.
A menudo, la autoridad se asocia con un estilo de liderazgo autocrático, en el que el líder toma decisiones de manera unilateral y controla de forma rígida la ejecución de las tareas. Sin embargo, es importante aclarar que un líder puede tener autoridad sin necesidad de ser autocrático.
Un líder necesita autoridad para tomar decisiones y emitir órdenes que permitan cumplir objetivos
Estructura de gobierno
La incorporación de las siguientes generaciones en una empresa familiar debe seguir un plan alineado con el sueño compartido de la familia propietaria y el propósito de la empresa.
La clave para lograrlo radica en la estructura de gobierno. Establecer órganos funcionales y reglas claras para los miembros de la familia propietaria que deseen ocupar cargos puede permitir trayectorias de experiencia que demuestren la capacidad de los sucesores, reduciendo significativamente las posibilidades de que la transmisión del liderazgo falle. De esta manera, se administra de forma consciente y planificada la transferencia del poder y la autoridad a las siguientes generaciones.