La trayectoria de las empresas familiares está llena de desafíos que, si no se atacan rápidamente, pueden minar su estabilidad a largo plazo.
En este sentido, podemos identificar cuatro obstáculos que requieren una especial atención para garantizar la continuidad y el éxito de estos negocios arraigados en la herencia familiar.
- Profesionalización: Equilibrando Vínculos y Competencia.
La tarea complicada de equilibrar lo emocional y lo profesional persiste en las empresas familiares. La elección de familiares basada en relaciones en lugar de mérito puede generar desequilibrios, es esencial fomentar la meritocracia y que cada individuo ocupe un puesto acorde con sus habilidades y actitudes para evitar afectar no solo la eficacia empresarial, sino también la moral de los colaboradores.
- Gestión vs. Propiedad: Definiendo Roles para el Éxito Colectivo
Es importante distinguir entre ser propietario y administrar la empresa.
Los propietarios merecen su reconocimiento, pero la gestión debe estar en manos de profesionales capacitados. La intromisión de los propietarios en roles directivos puede desorganizar la empresa y dificultar la toma de decisiones cruciales.
- Comunicación: Cimiento de la Armonía y el Entendimiento.
La falta de comunicación es la raíz de muchos conflictos internos en las empresas familiares.
La combinación de relaciones personales con decisiones empresariales puede generar malentendidos y divisiones. Fomentar una comunicación abierta y efectiva es vital para mantener la cohesión y la visión compartida.
- Sucesión: El Puente hacia el Futuro.
El traspaso de liderazgo entre generaciones es un desafío crítico.
Planificar la sucesión es vital para evitar vacíos de liderazgo y conflictos familiares. Establecer un plan claro y transparente que identifique y prepare a los posibles sucesores, proporcionándoles las herramientas y la orientación necesarias, es esencial para garantizar una transición fluida y una continuidad empresarial sólida. La falta de este plan puede debilitar los cimientos de la empresa y comprometer su viabilidad futura.
Estos desafíos requieren un enfoque estratégico basado en la planificación y una comunicación fluida. Es fundamental que las empresas familiares implementen herramientas como el Protocolo de Empresa Familiar, que establece normas y pautas claras para la toma de decisiones, la gestión de conflictos y la sucesión empresarial.
El Protocolo Familiar
El protocolo familiar es una herramienta fundamental para establecer la estructura, la cohesión y la dirección a largo plazo de estos negocios arraigados en lazos familiares.
Este protocolo es un documento que va más allá de definir valores y roles; es el tejido que une la identidad de la familia con la continuidad del negocio. Al establecer normas para la toma de decisiones y la resolución de conflictos, ofrece un marco sólido para evitar tensiones que podrían acabar el funcionamiento del emprendimiento.
Sin embargo, es esencial comprender que el protocolo familiar es una etapa de un proceso mucho más amplio.
Antes de llegar a este punto, es importante tener una fotografía de la empresa como la familia en su conjunto. Un enfoque global que permita comprender las complejas interacciones entre todos los elementos, lo que desemboca en la creación de un plan integral que promueva la armonía y la seguridad a largo plazo.
En este sentido, desde Japón Matarí destacamos la importancia de ver el protocolo familiar no como un salvavidas, sino como parte de un panorama más amplio. Un plan que no solo garantice la continuidad del negocio, sino que también nutra la estabilidad y la paz dentro del núcleo familiar.
El protocolo es un documento vivo que debe evolucionar con las necesidades cambiantes de la empresa y de la familia, siempre con la mira puesta en el futuro y la perdurabilidad de ambos.