Las empresas familiares contribuyen significativamente al empleo y al producto interno bruto de muchos países. Son empresas que poseen fortalezas inherentes que les otorgan ventajas competitivas únicas. Sin embargo, estas fortalezas pueden verse comprometidas por la falta de planificación y visión en sus esquemas de trabajo.
Fortalezas de las Empresas Familiares
1. Compromiso y Lealtad: Los miembros de una empresa familiar suelen estar altamente comprometidos y leales al negocio. Este compromiso se traduce en una mayor dedicación y esfuerzo, lo cual puede impulsar el crecimiento y la estabilidad de la empresa.
2. Valores y Cultura Empresarial Sólida: Las empresas familiares suelen tener una cultura organizacional bien definida basada en valores compartidos. Estos valores no solo guían las operaciones diarias, sino que fortalecen la cohesión y el sentido de propósito entre los empleados.
3. Flexibilidad y Agilidad: Al ser generalmente menos burocráticas que las corporaciones más grandes, las empresas familiares pueden tomar decisiones rápidas y adaptarse con mayor agilidad a los cambios del mercado.
4. Relaciones Personales y Redes: Las conexiones personales y las redes construidas a lo largo de los años pueden proporcionar ventajas significativas, como acceso preferencial a recursos, alianzas estratégicas y una base de clientes leales.
Hoja de Ruta: la Planificación
A pesar de todo esto, las empresas familiares pueden caer en la trampa de un esquema de trabajo poco planificado y sin visión.
Este enfoque puede surgir debido a la dependencia excesiva en la intuición de los fundadores y a la tendencia de enfocarse en la gestión diaria sin una planificación estratégica adecuada.
Una oportuna planificación estratégica, la definición de objetivos y trazar solidas líneas de trabajo, a través de la coordinación del equipo, fortalecerá la posición competitiva de la empresa y garantizará un legado sostenible y próspero para las generaciones futuras.
El primer paso es realizar un análisis interno exhaustivo para comprender la situación actual de nuestra empresa: evaluar los recursos, habilidades y competencias para poder adoptar las herramientas pertinentes.
Definir claramente nuestra misión, visión y valores. Estos elementos representan la identidad de la organización y deben ser reconocibles tanto por el público objetivo como por los miembros de la empresa.
La misión describe el propósito fundamental de la empresa, la visión establece las aspiraciones a largo plazo, y los valores guían el comportamiento y la cultura organizacional.
El siguiente paso será establecer las metas que la empresa desea alcanzar. Deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Definir claramente los indicadores de éxito permitirá a la empresa medir su progreso y ajustar sus estrategias según sea necesario.
Con las metas y objetivos definidos, será mucho mas fácil planificar las acciones específicas que se llevarán a cabo para alcanzarlos. Es un momento realmente importante ya que implica la asignación de recursos, la identificación de responsabilidades y la creación de un cronograma detallado.
Una planificación bien estructurada facilita la ejecución y el seguimiento de las acciones.
Consecuencias de un Esquema Poco Planificado
Es muy probable que la falta de planificación a corto plazo no influya en el rendimiento de la empresa, pero no teniendo un esquema claro de todas las variables que pueden influir, dará muchos problemas con el transcurso del tiempo.
- Estancamiento del Crecimiento: Sin una hoja de ruta clara, estas empresas pueden quedarse atrapadas en un ciclo de operaciones rutinarias, lo que lleva a una pérdida de competitividad frente a empresas más estratégicamente orientadas.
- Conflictos Internos: La falta de una visión compartida puede generar tensiones y desacuerdos entre los miembros de la familia, afectando negativamente la toma de decisiones y el ambiente laboral.
- Dificultades en la Sucesión: Sin una planificación a largo plazo, la transición generacional puede volverse problemática. La ausencia de un plan sucesorio bien definido puede poner en riesgo la continuidad de la empresa.
Las empresas familiares tienen el potencial de ser extremadamente exitosas. Adoptar un enfoque proactivo y estructurado en la gestión empresarial no solo protege la herencia familiar, también crea un legado duradero.
En Japón Matarí, ayudamos a las empresas familiares a impulsar un proceso de transformación, profesionalización y desarrollo que aporte estabilidad, progreso y continuidad entre generaciones, donde la Familia y sus valores son la verdadera ventaja competitiva.
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