Vivimos en un mundo cada vez más ¿y mejor? conectado y más, mucho más, acelerado en el que comunicarnos, decirnos lo que de verdad queremos decirnos y escuchar lo que la otra persona tiene para mí es una gran dificultad, cuando no un escollo insalvable, al que se enfrentan los equipos de trabajo y las familias empresarias.
Ya sea en el entorno corporativo o en la vida familiar, las dinámicas de comunicación suelen estar marcadas por malentendidos y tensiones que afectan tanto a los resultados como a las relaciones personales.
Para afrontar esta situación, te proponemos reflexionar sobre la metodología de los Cuatro Acuerdos, un libro de sabiduría tolteca escrito por Miguel Ruiz, que tiene 4 tips, 4 fórmulas que, por su sencillez, son profundamente transformadoras y pueden marcar un antes y un después en vuestra forma de comunicaros.
Una guía práctica de comunicación
Fíjate qué sencillos son los Cuatro Acuerdos, ¿cómo de fácil/difícil te parece llevarlos a la práctica? Piensa en una conversación difícil, de esas que dejamos pasar, las dejamos para otro día porque no me siento cómodx, porque la persona con la que he de hablar me genera algún recelo, porque no estoy segurx sobre lo que he de decir o hacer, proque me puede el miedo, el enfado cuando pienso en ello … Y vamos allá.
Primer Acuerdo: sé impecable con tus palabras. Significa hablar con integridad, decir lo que realmente quieres decir, evitando usar las palabras en contra de tí mismx o para chismorrear sobre otrxs. Las palabras son una herramienta poderosa que puede ser usada para liberar o para oprimir. Este acuerdo busca el uso consciente del lenguaje para promover el respeto.
Segundo Acuerdo: no te tomes nada de forma personal. En muchas ocasiones, las tensiones y los conflictos se intensifican cuando nos llevamos las acciones de los demás al terreno personal. Nada de lo que los demás hacen es por tí, lo que los demás hacen y dicen es una proyección de su propia realidad. Este acuerdo invita a separar las emociones del contexto.
Tercer Acuerdo: no hagas suposiciones. Hacer suposiciones lleva a malentendidos, tristeza y drama. Muchos conflictos se originan en suposiciones erróneas. Este acuerdo te invita a hacer preguntas y a expresar lo que realmente quieres, antes de juzgar o actuar.
Cuarto Acuerdo: haz siempre lo máximo que puedas. Este último acuerdo trata sobre la acción y el esfuerzo, significa actuar de manera que te sientas satisfechx con tus acciones, sin sobreexigirte ni juzgarte duramente. Fomenta el esfuerzo continuo, adaptado a las circunstancias. No se trata de la perfección, sino de dar lo mejor de unx mismx, dentro de las capacidades que tengas en cada momento.
Dinámicas para mejorar la comunicación
Recientemente, en Japón Matarí estamos implementando con éxito esta herramienta en equipos que buscan mejorar sus dinámicas de trabajo y de comunicación. Mediante ejercicios prácticos, basados en role-plays, las personas llevan estos Cuatro Acuerdos a la realidad de su día a día, lo que les permite interiorizar estos principios … ¿tan sencillos? y transformar la manera en que se comunican, al tiempo que se fortalece el compromiso y la cohesión entre ellxs.
Aplicación en familias empresarias
Imagina que sois impecables con vuestras palabras, que podéis escucharos sin tomaros las cosas de forma personal, que sois capaces de sentaros a reflexionar, haceros preguntas, manejar opciones, datos, aportando cada unx lo mejor de sí mismx … ¿Cómo seríais como familia?
La estructura de los Cuatro Acuerdos permite que las familias empresarias reflexionen sobre sus dinámicas y abre caminos hacia una comunicación más sincera y efectiva, lo cual es crucial para el éxito y la estabilidad familiar a largo plazo.
De hecho, en una experiencia reciente, lo trabajamos con una familia que había estado en conflicto durante años. Ya te imaginarás que el conflicto no desapareció de inmediato, pero sí generó cambios significativos en la forma en que los miembros de la familia interactuaban y abordaban sus diferencias y sentó las bases para un cambio más profundo.
Esta metodología, aplicada tanto en el entorno empresarial como familiar, tiene el potencial de transformar relaciones y resultados, aportando una mayor armonía y eficacia en las interacciones cotidianas.