Cada vez más inversores y emprendedores jóvenes están introduciendo una nueva manera de entender la empresa familiar. Su forma de pensar el crecimiento, de integrar la tecnología y de conectar la rentabilidad con el propósito está transformando los proyectos heredados en estructuras más abiertas, sostenibles y adaptadas al futuro.
Este cambio generacional redefine la forma de dirigir. Mientras las generaciones fundadoras han construido desde la estabilidad y la prudencia, los nuevos líderes familiares tienden a priorizar la digitalización, el impacto social y la diversificación estratégica.
En este contexto, el reto para los actuales líderes sigue siendo el de garantizar la sucesión, mientras facilita una verdadera transición de visión y propósito.
La adopción tecnológica
Según el Global NextGen Survey 2024 de PwC, los sucesores más jóvenes están incorporando la tecnología, y en particular la inteligencia artificial, como herramienta de decisión y crecimiento. Para ellos, la digitalización es mucho más que un mero proyecto: es parte de la cultura organizativa.
Este enfoque representa una oportunidad para las empresas familiares que quieran asegurar su competitividad: integrar nuevas herramientas no implica romper con el legado, significa profesionalizar la gestión y abrir el negocio a modelos más ágiles y eficientes.
Para avanzar hacia una digitalización efectiva, las empresas familiares pueden impulsar programas de reverse mentoring, en los que las generaciones más jóvenes transmitan sus competencias digitales a los líderes con mayor trayectoria, favoreciendo así una transferencia de conocimiento bidireccional.
Asimismo, resulta interesante implementar proyectos piloto de inteligencia artificial o automatización en procesos específicos, con el objetivo de medir resultados y ajustar la estrategia antes de una adopción más amplia, asegurando así que la innovación no afecte la estabilidad operativa.
Finalmente, la creación de comités digitales dentro del gobierno corporativo familiar puede contribuir a institucionalizar la innovación, garantizando que las decisiones tecnológicas se integren en la estrategia empresarial con rigor y continuidad.
Propósito y sostenibilidad
El Global Family Business Report 2025 de KPMG muestra que la sostenibilidad y el impacto social están adquiriendo un papel central en las decisiones estratégicas de las familias empresarias.
Las nuevas generaciones no buscan únicamente mantener la empresa: quieren que su actividad deje huella, que contribuya al bienestar colectivo, que sea coherente con los valores familiares y que esté alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los actuales líderes necesitan
- Facilitar espacios de diálogo intergeneracional para actualizar el propósito común.
- Explorar proyectos paralelos de impacto (fondos, startups, iniciativas ambientales o sociales).
- Incorporar la sostenibilidad como eje de innovación, no como un área separada.
Una búsqueda de propósito compartido que está transformando la relación entre familia y empresa, reforzando su legitimidad ante empleados, socios y comunidad.
Gobernanza y formación para una sucesión eficaz
El relevo generacional sigue siendo uno de los puntos más críticos para la continuidad empresarial. Según McKinsey, solo el 30 % de las empresas familiares supera con éxito la transición entre la primera y la segunda generación, y apenas un 12 % llega a la tercera.
Este dato refleja, en realidad, la carencia de estructuras de gobierno y de programas sólidos de desarrollo del liderazgo dentro de muchas organizaciones familiares.
Superar esa limitación requiere avanzar hacia un modelo de gobernanza más formalizado, con la creación de un Consejo de Familia que regule la participación de los nuevos integrantes, la toma de decisiones y los mecanismos de resolución de conflictos.
A ello se suma la necesidad de diseñar planes de sucesión graduales, que contemplen roles intermedios para favorecer la legitimidad y el aprendizaje progresivo del sucesor. Resulta interesante complementar la formación técnica con competencias relacionales , como la gestión emocional, el liderazgo colaborativo o la capacidad de negociación, y formalizar protocolos familiares que definan la propiedad, la gestión y los valores compartidos.
El liderazgo intergeneracional: ventaja competitiva
El cambio generacional no puede entenderse como una sustitución, es una alianza estratégica entre generaciones que puede convertirse en un instrumento decisivo para alcanzar un objetivo común. Este tipo de colaboración permite combinar experiencia y visión innovadora, facilitando el acceso a nuevos recursos, la entrada en mercados emergentes y el desarrollo de iniciativas o tecnologías que refuercen y mantengan la ventaja competitiva del negocio familiar.
Mientras las generaciones fundadoras aportan experiencia, prudencia y sentido del legado, las nuevas generaciones traen tecnología, sensibilidad social y proyección internacional.
El éxito de la empresa familiar del futuro dependerá de su capacidad para integrar esas dos fuerzas en una gobernanza sólida, abierta y preparada para evolucionar.