El secreto para que las empresas familiares sobrevivan
Es un hecho: las empresas familiares sufren mucho en el cambio de generación y un porcentaje muy alto simplemente mueren.
Depende mucho de los datos que tomes no hay una estadística que se pueda considerar de referencia pero todas las que puedas encontrar te van a confirmar este hecho con pequeñas variaciones numéricas.
¿Por qué pasa esto?, ¿es inevitable?, ¿puedes evitar que le pase a tu empresa familiar?, ¿cómo?
Si aún no te has hecho estas preguntas quizá deberías planteártelas, tanto si eres el propietario, uno de ellos, un sucesor, un miembro de la familia o un directivo de la empresa.
Conseguir que la empresa familiar perdure es una de tus preocupaciones o no estarías leyendo esto.
La empresa familiar es un sistema complejo
Un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí que funciona como un todo para producir un resultado determinado. El resultado dependerá de las variables que cada uno de los elementos introducen y de la relación entre ellos.
Piénsalo un momento, si tu empresa es un sistema, ¿cuáles son sus elementos?
Los más importantes, los que tienes que tratar de controlar para conseguir el resultado que buscas son tres: la familia, la empresa y el patrimonio.
Por supuesto no funcionan aisladamente, es más, están íntimamente relacionados. Cuando las piezas encajan como deben el resultado es armónico, todo va a las mil maravillas.
Pero cualquier sistema está sujeto al desgaste, al paso del tiempo, a las influencias externas. Para conseguir que todo siga funcionando como debe hace falta una constante monitorización y una inyección de energía cada vez que el sistema muestra síntomas de desajuste.
¿Qué variables ponen en peligro la perdurabilidad de la empresa?
La que más contribuye es también la más inexorable, la que tiene que suceder queramos o no: la sucesión.
Si ocurre de forma desordenada es la causa principal de muerte en empresas familiares, lo que por desgracia ocurre demasiado a menudo. La tendencia de las personas a cargo de la empresa es mantenerse el mayor tiempo posible, o simplemente seguir con el día a día sin prestarle demasiada atención a que ocurrirá cuando ellos no estén disponibles para seguir ejerciendo sus funciones. Por eso es imperativo planear la sucesión cuando aún hay tiempo para hacer las cosas de forma ordenada.
Por otra parte están los problemas empresariales inherentes al sector de actividad de la empresa y su propia actividad: cambios en el mercado, irrupción de competidores, necesidad de transformación, productividad… La empresa necesita disponer de una visión y estrategia coherentes y estar bien gestionada.
La gestión de la familia en la empresa tiene una gran importancia y también el potencial de generar riesgos a largo plazo. Debes procurar tener siempre a las personas adecuadas en los puestos adecuados independientemente de si forman parte de la familia o no. La gestión de los Recursos Humanos tiene que contribuir al éxito de la empresa y no ponerla en peligro.
Uno de los objetivos principales de una empresa familiar debe ser generar un patrimonio familiar de calidad que consigue proporcionar plenitud y armonía a sus propietarios. La gestión del patrimonio hay que hacerla bien y hay que hacerla entendiendo que el patrimonio familiar está constituido no solo por dinero y bienes materiales sino también por el talento y capacidades intelectuales existentes en la empresa. Gestionar el patrimonio es absolutamente necesario y complementario a gestionar la empresa pero es un trabajo distinto.
Tienes que conocer y controlar estos cuatro potenciales peligros para conseguir la perdurabilidad de tu empresa. Estar pendiente de ellos y actuar lo más proactivamente posible en cada una de sus variables. Pero hay algo más.
Algo más delicado y que normalmente se esconde, no es obvio y por lo tanto es difícil de ver. No olvides que todos estos componentes son parte de tu sistema empresa-familia y un sistema funciona a base de sus componentes y las interrelaciones que se producen entre ellos.
Las interrelaciones suelen estar ocultas aunque sus efectos aparecen de forma evidente, y algunas veces inesperada. Déjame ponerte un ejemplo muy sencillo.
Considera la promoción a un puesto directivo de un miembro de la familia, estás gestionando la presencia de la familia en la empresa y de alguna manera el patrimonio al aumentar los ingresos del familiar afectado. Por ahí todo bien.
Pero había otra persona en la empresa que tenía aspiraciones a ocupar el mismo puesto, y además una persona clave para el día a día. Esa persona se siente minusvalorada, entra en una espiral silenciosa de desmotivación y acaba abandonando la empresa unos meses o años después. Un cambio que creías positivo se ha convertido en una bomba de relojería con potencial de afectar a la rentabilidad de la empresa y por tanto sus posibilidades de perdurar.
Necesitas una visión global a la hora de gestionar tu sistema, las soluciones parciales que actúan solo sobre una variable pueden ser más peligrosas de lo que te imaginas.
La solución: EL PLAN GLOBAL FAMILIA-EMPRESA
Un número importante de los clientes que nos llegan tienen claro que necesitan una cosa: el protocolo familiar.
Desconocen que el protocolo familiar no es la primera herramienta recomendable cuando se trata de asegurar la continuidad y perdurabilidad de la empresa familiar. Es una herramienta muy importante pero se trata de un instrumento de cierre de un proceso. Una consecuencia.
Las empresas familiares que consiguen perdurar de una generación a otra con crecimiento en la empresa, armonía entre esta y la familia y gestionando eficazmente un patrimonio que genera estabilidad, tranquilidad y seguridad lo hacen porque tienen una visión global de su sistema.
Una visión que les permite anticiparse a los peligros que tienen que afrontar y que nace de una identificación de sus retos y un consenso sobre sus prioridades.
En definitiva una visión global plasmada en un plan que considera los distintos elementos del sistema, anticipa los problemas y establece prioridades y acciones. Un plan global familia-empresa.
Algo a lo que no es fácil llegar pero que es absolutamente necesario para asegurar que todos los componentes de tu sistema familia empresa funcionan y se desarrollan en plenitud.
La elaboración de este plan implica un conocimiento profundo de todas las variables, la apertura de un proceso para su construcción, una comunicación abierta y sincera entre todas las partes implicadas y un compromiso para su ejecución. El alcance de un consenso va a ser la clave.
En el plan estarán plasmados los retos y las prioridades del sistema, las acciones necesarias para llegar a los objetivos, el plan de sucesión, el protocolo familiar que regule la participación de los miembros de la familia y los organismos familiares de control. Además de, por supuesto, el plan de ejecución.
En Japón Matarí somos especialistas en perdurabilidad de empresas familiares y en la elaboración del plan global familia-empresa. Si crees que te podemos ayudar ponte en contacto con nosotros.
Conclusión
Desgraciadamente tu empresa familiar está expuesta a engrosar la estadística de empresas familiares desaparecidas.
Los enemigos son muchos y las soluciones no son fáciles. No hay recetas mágicas.
Necesitas tener una perspectiva global, entender muy bien todas las variables de tu sistema y sus interrelaciones. En definitiva elaborar un plan global familia-empresa que te aporte tranquilidad y seguridad en el futuro.