Venimos ya varios años hablando de la necesidad de sostenibilidad en las empresas. El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años.
Ante la constante presencia de este concepto tanto en discursos, como en legislación e informes, es necesario que la empresa familiar se ubique y, analizando su situación de partida, desarrolle, desde la estrategia y la acción, iniciativas sostenibles ligadas a su negocio y generadoras de valor para ella misma, el entorno y la sociedad.
Esto, que en las grandes empresas es ya una política clara, en las empresas familiares cobra más sentido toda vez que son organizaciones más ligadas a la sostenibilidad, por su propia esencia, que las multinacionales.
Las empresas familiares tienen un papel decisivo en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, teniendo claro que la mejora será cuantitativa y cualitativa.
Dos tercios de las empresas en el mundo pertenecen a o están gestionadas por familias. Emplean al 60% de la mano de obra mundial y representan más del 70% del PIB mundial.
“Las empresas familiares pueden marcar una gran diferencia en los esfuerzos globales para promover el desarrollo sostenible”, dijo James Zhan, director de inversiones y empresas de la UNCTAD.
Zhan afirmó que las empresas familiares necesitan ser empoderadas para maximizar su potencial y aprovechar las oportunidades que la adopción de una estrategia de sostenibilidad pueda crear.
Cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para el año 2030 requiere un ambicioso esfuerzo mundial durante la próxima década que sea capaz de acelerar la adopción de soluciones sostenibles a los desafíos económicos, ambientales, sociales y de gobernanza del mundo.
El marco de los ODS nos empuja a cuestionarnos si estamos centrando nuestros esfuerzos en los temas adecuados y si estamos haciendo lo suficiente. La firma del compromiso envía un mensaje contundente a nuestras partes interesadas que ahora es el momento de actuar.
Los ODS son un modelo adecuado para fomentar la sostenibilidad entre las empresas familiares porque no solo tienen en cuenta la situación actual, sino también las perspectivas de las generaciones futuras.
Las empresas familiares han acelerado el paso en su camino hacia la sostenibilidad como consecuencia del COVID. Buscan “conectar” con el entorno. Para ello, valores fundamentales de dichas compañías (como lo son el sacrificio del largo plazo, la vocación, el esfuerzo y el compromiso social, laboral o medioambiental) son ingredientes vitales y aliados para seguir recorriendo esta ruta tan necesaria
Fuentes
(1) El correo Gallego
(2) La Crónica
(3) un.org