Sin embargo, el cambio es indispensable para asegurar su sostenibilidad. La pandemia y el confinamiento han modificado la relación con el cliente, ha supuesto una disrupción total a todos los niveles que implica la necesidad de replantear muchos aspectos de la gestión empresarial.

Disrupción

En los negocios, con frecuencia hablamos de la disrupción, y resulta justo decir que la pandemia global ha sido el disruptor por excelencia. Ha cambiado nuestra manera de vivir, de divertirnos y de trabajar.

Cambió nuestra manera de vivir: el distanciamiento social, el uso de mascarilla y quedarnos en casa se convirtieron rápidamente en algo normal. Prácticamente de la noche a la mañana, todas nuestras actividades pasaron a ser virtuales: deporte, reuniones e, incluso, las bodas.

Cambió nuestra manera de trabajar:pasamos de ir a la oficina de lunes a viernes, cinco días por semana, a trabajar desde la mesa del comedor o desde escritorios en casa. Mantuvimos innumerables videoconferencias con nuestros compañeros de piso y familiares de fondo.

Empresas de todos los sectores estuvieron al borde de la extinción. Entre aquellos que aprovecharon el momento y cambiaron su manera de pensar, vimos un auténtico cambio. Asistimos a una chispa de creación que condujo a un desarrollo increíble, logros y una innovación pionera que están mejorando nuestra manera de hacer las cosas en el día a día. 

La Empresa Familiar ha vivido un auténtico proceso de recuperación tras la pandemia. Al igual que en el resto de empresas,

Las empresas familiares seguirán siendo el motor de crecimiento en la economía mundial y su mayor reto será en trabajar en armonía, respetar los roles de cada miembro, respetar los acuerdos del protocolo de familia, y poder comunicar sus metas y planes ante la Asamblea de Accionistas y el Consejo Administrativo para para que evalúen su ejecución.

Así como se dice que la mayoría de las empresas familiares desparece con la tercera generación, también las hay que han sido exitosas y se ha convertido en empresas Multinacionales gracias a una visión compartida entre familia/empresa y el establecimiento de una meta en común en beneficio de todos.

Innovar con el impulso de las nuevas generaciones

En el entorno actual todas las empresas tienen que luchar por la subsistencia y la superación, en un mercado cada día más global y competitivo.

Tener un buen producto o servicio, una buena marca o reputación ya no son garantía de nada. El éxito alcanzado en el pasado no garantiza el éxito futuro, si no viene acompañado de una voluntad constante por innovar.

Además de esta situación general, las empresas familiares tienen que afrontar y resolver su propia problemática, que supone principalmente decidir entre seguir con la tradición como hasta ahora, o mantener un equilibrio entre tradición e innovación.

La fusión de ambas posiciones es el principal reto de las nuevas generaciones que toman el relevo en la dirección de la compañía.

Aunque la gran mayoría de las empresas familiares son consciente de lo importante que es la innovación, todavía existen muchas de ellas que se resisten o tienen dificultades para superar los obstáculos que les impiden desarrollar una cultura de innovación. Por esta razón, una buena oportunidad para revisar el modelo de negocio e implementar dicha cultura es aprovechar el relevo generacional.