Acaba de explotar en nuestras retinas la situación pre concursal de Abengoa. Pues ya tenemos el lío montado. ¿Cómo puede afrontar una PYME que sea proveedor de Abengoa una situación como ésta? Pues con un rosario en una mano y en la otra un escapulario.

Vayan encomendándose a todos los santos que conozcan si tienen a Abengoa como cliente. ¿Y por qué? Pues porque con un cliente que te paga a 180 días con un pagaré, y sabemos de buena tinta que es así en varias de las filiales de la empresa, ahora mismo los últimos seis meses facturados a esas empresas están en el aire.

Y es que en este país puedes ganar dinero y no ver nunca un euro. Luego quieren que se genere tejido empresarial sólido y de calidad. Pero, ¿cómo voy a poder hacerlo si mi dinero está siempre en manos de los demás?

La situación actual de Abengoa puede traducirse en la quiebra de muchas empresas proveedoras que poca culpa tienen de los devaneos financieros de su cliente.

Imaginemos una PYME que tiene como cliente un gigante como Abengoa. Poca capacidad de negociación acerca de su derecho de cobro tiene.  Pero además si dicha PYME tiene a su vez como proveedor a otra multinacional, y no es de extrañar en el sector en el que nos movemos, pues tampoco puede decir mucho acerca de las posibilidades de negociar su periodo medio de pago.

Y todo eso hay que financiarlo. Poniendo un capital o endeudándose y asumiendo unos riesgos que en otro país no se asumen. Y  todo ello sin hablar del coste financiero que supone.

Y luego está el tema de los gastos de estructura. Muchas PYMES han crecido al abrigo de sus clientes, multinacionales y grandes empresas, invirtiendo en mayor estructura para poder atender las necesidades de su cliente y con una cierta sensación de seguridad. Y ahora, ¿quién paga esos gastos fijos mientras su cliente tiene 6 meses de sus facturas, las cuales tiene derecho a cobrar? Díganle a esa PYME que se espere 4 meses mientras se negocia el pre concurso, verán qué divertido.

Creo que queda claro que si se pagara a 30 días al menos estas pequeñas empresas podrían maniobrar mejor con el dinero que les pertenece en el bolsillo.

¿Quieren que la próxima crisis financiera no se lleve al 80% de las PYMES del país? Pues mientras que el periodo medio de pago entre empresas siga gestionándose así, vamos listos.

Autor: Luis Borrajo, responsable de Área Financiera en Japón Matarí.