LA ACTUALIDAD DE LA EMPRESA FAMILIAR

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¿Necesito un protocolo familiar?

May 31, 2018 | Protocolo Familiar

Cuando alguien no sabe lo que le pasa no puede saber lo que necesita. Sin embargo, ahora parece que hay mucha empresa familiar que necesita urgentemente un Protocolo Familiar.

No saben muy bien qué es lo que les pasa, pero el remedio parece que sí que está claro.

Y para las “consultoras especializadas” lo más sencillo es seguirles la corriente:

“¿Cómo? ¿Que si necesitan un protocolo familiar? ¡Pues claro! ¡Ya están ustedes tardando! ¡Cómo han podido vivir sin él!

El protocolo es una herramienta que puede ser muy importante y muy trascendente para la continuidad de la Empresa Familiar, pero en más ocasiones de las deseables o no se sabe desarrollar, o no se sabe usar, o se usa mal o lo que es peor, se usa a destiempo, con los consiguientes efectos desfavorables.

Muchas familias empresarias buscan un remedio universal y rápido para solucionar lo que se les viene encima. Normalmente se han dejado atropellar por el futuro a base de ignorar o no haber sido capaces de mirar más allá de su día a día.

La proximidad de la sucesión, una enfermedad, una discusión o conflicto de intereses entre hermanos o hijos incubado desde hace años, la inestabilidad o madurez del negocio, la salida o huida de personas clave, etc. Son las situaciones que nos pueden hacer despertar de nuestro letargo y hacernos ver que el futuro puede que no sea tan tranquilo y tan idílico como lo imaginábamos. Y esto además ocurre a unas edades en las que ya no se tienen las mismas energías…

Y ahora, ¿qué podemos hacer? Buscar una solución rápida y milagrosa: Un protocolo familiar.

En la mayoría de los casos en los que se dan estas situaciones, el protocolo familiar no suele ser la primera herramienta recomendable, porque antes de poder usarse, hay que revisar y corregir otras cuestiones previas. Es una cuestión de puro orden.

Pues sí, en muchas ocasiones los empresarios llegan con ansiedad y angustia demandando una solución rápida, y piensan que el protocolo familiar es la panacea. Como es muy difícil convencer a quien no quiere ver, en el mejor de los casos empezamos a trabajar desde ese punto de vista hasta hacerle comprender que su situación requiere de otras tareas previas. Al cabo de un tiempo, con empresa y familia más ordenadas, se retoma el trabajo de redacción del protocolo familiar, y las personas al mando entonces comprenden su error y su precipitación al pretender saltarse pasos necesarios.

Básicamente esas tareas previas tienen que ver con la situación de la empresa, con la situación de la familia y la relación entre ambos.

Analizar la situación de la empresa antes de abordar un protocolo familiar

Si la empresa tiene un control económico y financiero insuficiente y no maneja a la perfección sus números reales, si la empresa no está debidamente gobernada y dirigida o hay luchas de poder, si el clima laboral no es adecuado, si no hay un plan comercial, si la productividad es baja o desconocida, si tengo un modelo de negocio anticuado y la competencia nos come el terreno, si no hay un plan general o una estrategia por simple que sea y si la hay cuesta la propia vida llevarla a cabo, si falta el dinero, si la persona que dirige está apagando fuegos y no es dueño de su agenda,…etc.

Si se dan alguna o varias de estas circunstancias en mayor o menor medida, hay mucho trabajo previo que hacer antes de abordar un protocolo familiar.

Analizar la situación de la familia antes de abordar un protocolo familiar

Si en la familia no se habla de manera ordenada de las cosas de la empresa, y cuando se habla es motivo de conflicto, si hay hijos o familiares incorporados a la empresa de manera improvisada, poco preparados o que no desarrollan su labor como debieran, si el patrimonio está desordenado y corriendo riesgos, si la familia desconoce cómo va la empresa porque no hay una información periódica y veraz, si el empresario debería haberse jubilado ya hace años o le falta poco y no deja paso a la siguiente generación con o sin motivo, si hay hermanos que sienten que están injustamente tratados frente a otros, si la familia no siente que unidos vayan a estar mejor y no están dispuestos a comprometerse o esforzarse para cambiar las cosas…, etc.

De nuevo, si se dan algunas o varias de estas circunstancias en mayor o menor medida, hay mucho trabajo previo que hacer antes de abordar un protocolo familiar.

¿Tiene sentido que una misma herramienta sirva para afrontar y resolver toda esta diversidad de circunstancias? ¿Tiene sentido ponerse a redactar un documento pensando que por sí solo va a resolver todas estas cuestiones?

Estas situaciones necesitan DIÁLOGO+PLAN

Por una sencilla razón, porque no puedo atender todas las necesidades y todos los problemas a la vez, lo que implica que tengo que analizar, priorizar y actuar. Es como hacer un puzzle. No puedo poner todas las piezas a la vez. ¿Por dónde empiezo? ¿Por dónde se empieza un puzzle? Por las esquinas y los bordes, y a partir de ahí…, el resto. ¡¡Pues igual!!

Tenemos que aprender a DIALOGAR para encontrar nuestras esquinas, nuestras prioridades, nuestros retos más inminentes. Y a partir de ahí trazar un PLAN para abordarlos de manera ordenada y efectiva. Y después todo lo demás.

Una familia que no tiene el hábito del DIÁLOGO y la comunicación, no lo va a solucionar con un protocolo familiar. Familiares que no saben hablar entre ellos, no pueden ponerse a decidir sobre asuntos complejos. Una empresa que no va del todo bien, que no está controlada, que no tiene a las personas adecuadas, que no tiene un PLAN, etc., no se pone en marcha con un protocolo. El protocolo familiar es un instrumento de cierre de un proceso de ajuste y puesta a punto de familia y empresa. Es una consecuencia. No parece que sea una de las esquinas del puzzle…

Con lo cual, en nuestra opinión y respondiendo a la pregunta del título:

  • Pregunta 1: ¿Necesito un Protocolo Familiar?
  • Respuesta 1: Para contestar con propiedad, primero necesitamos DIALOGAR profundamente y de manera ordenada para diseñar un PLAN GLOBAL FAMILIA-EMPRESA en el que identificar y consensuar los retos prioritarios y cómo se van a abordar. Ya veremos qué lugar ocupa el Protocolo Familiar en este PLAN. Puede ser una herramienta inminente o no. Cuando alguien no tiene claro lo que le pasa ni lo que quiere, no puede saber lo que necesita.
  • Pregunta 2: ¿HABLAMOS? ¿Hacemos nuestro PLAN GLOBAL FAMILIA-EMPRESA?
  • Respuesta 2: Ya estamos tardando. Hoy mejor que mañana. Mañana es tarde. Puede que demasiado tarde…

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Francisco Palma

Dirección en Japón Matarí

 

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