La empresa familiar en España supone un 70% del PIB nacional y las PYMES un 90%, con lo que es evidente la importancia que tienen las pequeñas empresas de carácter familiar en el avance de la economía nacional y por tanto en la mejora de nuestra calidad de vida ya que son la principal fuente de generación de riqueza y empleo.
La gestión y dirección de una empresa (pequeña o grande) es una profesión compleja que exige preparación y experiencia. En el caso de la empresa familiar la complejidad se multiplica porque entran en juego una serie de factores que son muy difíciles, si no imposibles, de manejar desde la pura lógica de la gestión. Tanto para lo bueno como para lo malo. Porque eso también es propio de este tipo de empresas, son capaces de lo mejor y de lo peor.
Para tratar de extraer lo positivo y paliar lo negativo en las PYMES Familiares, hemos orientado nuestro trabajo en (cuatro + una) direcciones principales, los que llamamos LOS 4 PILARES DE LA EMPRESA FAMILIAR:
- La familia y las personas.
- La empresa y sus negocios.
- El patrimonio y la propiedad.
- El liderazgo y la iniciativa.
Los cuatro pilares sostienen un todo que simplificamos al denominarlo Empresa Familiar o incluso Familia Empresaria. Cada pilar es necesario para la estabilidad del sistema completo. No tiene mucho sentido polemizar sobre cuál es el más importante, teniendo en cuenta que si falla alguno el castillo de derrumbará igualmente. Podrá ser más rápido o más lento, con mayor o menor ruido y daño, pero la sostenibilidad y continuidad del conjunto es inviable sin los cuatro pilares bien asentados.
Hay otro elemento, que sin llegar a ser un pilar propiamente dicho, está en todas partes. Y es el dinero y sus aplicaciones. La Gestión Financiera en la empresa familiar tiene una especial dificultad e importancia y afecta al buen funcionamiento de todos.
Nos gustaría y es nuestra intención seguir profundizando en estos pilares en sucesivos artículos.