Todo proyecto empresarial, sea familiar o no, necesita capacitarse tanto a nivel interno, incorporando una estructura que le permita reproducirse en el tiempo y garantizar su continuidad, como a nivel externo, con una estructura y unas habilidades que le permitan adaptarse al entorno en el que opera.
La empresa familiar plantea como objetivo prioritario la continuidad a largo plazo, siendo la adecuación al mercado el medio para garantizarla.

La comunicación es un proceso vital para todas las empresas, es la base para la actividad organizativa y es imprescindible para su buen funcionamiento.
Cuando existe una buena comunicación dentro de la organización se produce una mejora de la competitividad, así como de la adaptación de los cambios al entorno. Mientras que cuando esta comunicación es escasa o nula, o simplemente el proceso utilizado no es el más adecuado, aparecen los conflictos y malentendidos, así como discusiones y malas relaciones personales.

Cuando hablamos de la comunicación de una empresa, debemos diferenciar entre la comunicación interna y la comunicación externa, centrada en proyectar y reforzar la imagen de la organización. En este post nos centraremos en la comunicación interna, centrada en la comunicación entre los miembros de la organización.

Gómez, en su tesis doctoral (2007) ya hablaba de la importancia de la comunicación para las empresas, destacando las siguientes razones:

• Gracias a la comunicación es posible comunicar el proyecto, objetivo y metas a los empleados, haciendo que se sientan integrados en él y que adopten los objetivos de la comunicación como propios.
• La comunicación da a conocer y hace evolucionar la cultura de la empresa.
• Una buena comunicación con el entorno interno de la empresa, así como con el externo evitará los rumores y la información no controlada.

Por tanto, la comunicación debe convertirse en uno de los pilares fundamentales de la empresa familiar, funcionando como un recurso básico para el funcionamiento de toda entidad.

Debemos recordar que en este tipo de empresas encontramos una doble naturaleza, una basada en el amor, y otra basada en los intereses económicos.
Los familiares se comunican desde el amor y el afecto, pero cuando estos familiares comienzan a trabajar en la misma empresa, el sistema de comunicación cambio y se convierte en algo mucho más racional (recordemos nuestro post sobre la importancia del valor humano en la empresa familiar y los retos a los que se enfrentan)

El mayor problema de comunicación que existe en las empresas familiares es “la cultura del secreto”. Esta aparece cuando el empresario habla poco, explica poco y dice cosas diferentes a distintas personas, impidiendo la existencia de información clara y completa.
Esta “cultura” junto con otros problemas de comunicación, ayudan a la aparición de una serie de problemas para todo el equipo de la empresa, desde los miembros de la siguiente generación que se incorporarán a la empresa, así como para los directivos externos que participan en la gestión de la misma.

Otro de los problemas que aparecen en las empresas familiares relacionados con la comunicación es comunicar hacia abajo, siendo éste un error derivado del orden jerárquico y prestablecido. Cuando se comunica hacia abajo, el mensaje se repite programando las mentes de los subordinados, mientras que la comunicación debe ser un entendimiento compartido entre el transmisor y el receptor. Ese es el principal motivo por el que la comunicación de la empresa familiar tiende a fallar, porque es una divulgación del empresario.

Debemos ver la confianza y simpatía que existe en una empresa familiar como una ventaja frente al resto de organizaciones, ya que este tipo de relaciones es muy difícil que se den en otras empresas. Para ello debe existir un gobierno corporativo en la empresa familiar que tome las decisiones para lograr la armonía familiar y el éxito del negocio. Es necesario diferenciar el gobierno y la forma de la toma de decisiones de la familia y de la empresa. El órgano más común en el gobierno de la empresa familiar es el consejo de administración o directivo que viene a ser el encargado de tomar las decisiones administrativas de la empresa, normalmente está compuesto por miembros de la familia, accionistas y consultores externos que aportan opiniones y diferentes puntos de vista a la dirección. La asamblea familiar es otro de los órganos utilizados con frecuencia como gobierno familiar, y generalmente vela por mantener la unión y armonía entre los miembros de la familia.

Cómo mejorar la comunicación dentro de la empresa familiar

Oír es un proceso físico que implica el correcto funcionamiento de nuestro aparato auditivo. Escuchar es un proceso intelectual y emocional que implica un nivel superior que el proceso de oír, ya que implica que quien escucha da sentido e interpreta lo que oye.
Debemos prestar especial atención en las empresas familiares a la escucha.
Los ejercicios de escucha activa entre los componentes de la empresa harán que todos se sienta mucho mejor al ver que sus palabras y pensamientos cobran importancia dentro de la empresa.
Generar espacios donde los empleados tengan la oportunidad de expresarse es imperativo en las empresas familiares de nuestros días.

Como directivo o empresario nunca debes olvidar buscar la retroalimentación de tus empleados, obtendrás información tan valiosa como cuáles son los principales aspectos a mejorar en el corto, medio o largo plazo. de lo contrario, la comunicación se verá estancada y no fluirá de forma efectiva.

También debemos prestar especial atención a “cómo decimos las cosas”. Existen dos planos en las palabras; el denotativo, que es la esfera del significado explícito y directo, y el connotativo, que son los sentimientos asociados. Generalmente somos conscientes de lo que decimos, peor no tanto de cómo lo decimos, olvidando que con las palabras podemos despender soberbia, rechazo, burlo, desprecio u orgullo, así como sentimientos positivos como ternura, amor, comprensión o ayuda.
Debemos fomentar dentro de la empresa familiar el prestar atención a cómo decimos las palabras, cuál es el tono de nuestra comunicación. Si queremos interactuar con los demás, lio primero es comprender al otro, su situación y sus sentimientos. Sólo llegaremos a esta etapa a través de la escucha y de la sensibilidad empática.

En conclusión, la comunicación es una de las claves para continuidad de las empresas familiares. Las principales debilidades las encontramos en el ámbito de la comunicación interna, en su débil capacidad para definir unos protocolos comunicativos internos orientados al diálogo y al consenso, tanto entre los órganos familiares como entre éstos y los órganos societarios (o lo que es lo mismo,  entre la propiedad y la gestión de la empresa). Esta conclusión desvela una de las claves de la continuidad de la empresa familiar. Evitar crear una estructura de comunicación ineficiente que impida la transmisión de los valores consensuados e interiorizados por todos los miembros de la empresa. Debemos establecer una comunicación interna entre la propiedad y la generación venidera, aportando tranquilidad y seguridad de continuidad al conjunto de la empresa.

Fuentes
(1) Atrevía
(2) Forbes
(3) Grandes PYMES
(4) Joan Costa