La protección del empleo es uno de los grandes desafíos del siglo XXI. Los recortes de personal representan una decisión crucial, que trasciende los límites de la empresa y tienen profundas implicaciones económicas y sociales. La magnitud de este reto se ha agudizado a raíz de la pandemia de la Covid-19.
Las empresas familiares se caracterizan, entre otras cosas, por una clara visión de futuro centrada en el largo plazo. Esto les lleva a una esperanza de vida superior a las empresas que no son familiares, llevando aparejado, por lo tanto, tener que afrontar más veces las crisis económicas periódicas y también los ciclos expansivos posteriores de la economía.
Mercado globalizado
La existencia de un mercado globalizado en el que inevitablemente estamos inmersos ha creado la necesidad de que las empresas busquen nuevos mercados donde expandir su negocio fuera de nuestras fronteras. Las empresas familiares no son ajenas a esta transformación, por lo que si quieren mantener sus beneficios deberán plantearse llevar a cabo su internacionalización. No obstante, este proceso lleva acarreados ciertas connotaciones de riesgo e incertidumbre.
La digitalización, el desarrollo sostenible, la profesionalización y la internacionalización se presentan como pilares claves para fortalecer e impulsar el crecimiento de las empresas familiares.
El concepto de internacionalización dentro de la empresa familiar se percibe con connotaciones de riesgo e incertidumbre. La estrategia internacional es una de las más complejas que puede afrontar una compañía, pero, actualmente, es la única vía de crecimiento y supervivencia empresarial.
Inconvenientes de la internacionalización
En general, hay ciertos retos ante los que todo este tipo de empresas se suelen enfrentar. Normalmente ponen más peso en su supervivencia a lo largo del tiempo que en el crecimiento económico. Asimismo, muchas veces las estructuras no están definidas con claridad y se solapan, lo que provoca que la sucesión que normalmente se produce de los padres a los hijos se gestione dentro de un conjunto de factores tanto económicos como sentimentales. Estas particularidades generan dificultades para estas empresas a la hora de asumir los riesgos que conlleva una internacionalización.
Ventajas de internacionalizar en la Empresa Familiar
Sin embargo, a pesar de los inconvenientes que acabamos de mencionar, es cierto que este proceso también proporciona una serie de ventajas para estas empresas a la hora de abrir su negocio al exterior. Entre las más llamativas encontramos que la toma de decisiones suele ser más ágil al concentrarse en una o pocas personas, la visión de la empresa siempre será a largo plazo y el nivel de conocimiento de la compañía por parte de sus responsables es absoluto.
Las empresas familiares necesitan mantener un equilibrio entre sus objetivos comerciales (crecimiento, innovación y reclutamiento) y sus objetivos familiares, como la conservación de los valores y protección de la riqueza familiar.
Según Deloitte la diversificación e incremento del patrimonio y el aumento de cuota de mercado, además de la creación de oportunidades para futuras generaciones hacen que los procesos de adquisición y fusión se hayan convertido en operaciones estratégicas para el crecimiento y desarrollo de las empresas familiares, pese a que los datos de actividad de estas operaciones haya sido limitado estos últimos doce meses.
Sea como fuere, con el fin de prosperar y crecer en un entorno global e interconectado, es necesario contar con recursos y asesoramiento en empresa familiar que sean capaces de aportar talento y liderazgo a los procesos de producción, relación con stakeholders y adaptación a la disrupción del mercado.
Fuentes:
(1) Theconversation
(2) IEF
(3) cincodias
(4) Expansión
(5) Forbes
(6) Deloitte
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