«Estamos hechos de la misma materia que los sueños. Nuestro pequeño mundo está rodeado de sueños». William Shakespeare
Queríamos empezar nuestro post de hoy así, con esta frase de Shakespeare que nos adentra en el mundo de los intangibles, de lo valores, de los sueños…Ya que todo proyecto comienza con un sueño, con una ilusión, y en el caso de la empresa familiar, con la esperanza de crear algo marcado por unos valores y que pase de generación a generación.
Establecer estos valores nos permitirá entender cuál es el camino que debemos trazar para cumplir con nuestros objetivos, pero también identificar cuáles son las herramientas que debemos transmitir a quienes nos suceden.
El punto crítico de las empresas familiares radica en lograr migrar de manera exitosa el control de la empresa de una generación a otra, ya que establecer de manera clara los mecanismos mediante los cuales se pacta traspasar la propiedad y la dirección de las empresas no es nada sencillo.
Lo urgente versus lo importante
Con frecuencia en las compañías suele existir una preocupación más acuciante en lo urgente y se olvida lo importante, lo cual es un error.
Lo importante, lo estratégico, lo que nos puede aportar sostenibilidad en el medio y largo plazo debe tener espacio en nuestra agenda de prioridades. Ya sea en una pyme familiar o en una multinacional.
Formación, motivación, desarrollo profesional, marca, reputación corporativa, networking… Son algunos elementos intangibles pero que deben considerarse y manejarse para que aporten valor a la empresa familiar.
Las empresas familiares, por definición, tienen en su código genético la continuidad lo cual obliga especialmente a pensar también en los intangibles. Por supuesto que a los intangibles se les puede poner una métrica que nos ayude a avanzar en las tareas de corto, pero sin el valor que ofrecen estaremos en peores condiciones de competir.
En definitiva, las empresas familiares deben asumir que los intangibles ayudan a vender más, ser más rentables, estar en mejores condiciones de competir a largo plazo, mejorar las relaciones familiares, u organizar más eficientemente el binomio familia-empresa.
La confianza
Las empresas familiares tratan de alcanzar tanto los objetivos familiares como los empresariales, aunque estos objetivos parezcan a menudo contradictorios.
La pasión, el compromiso y la administración de una familia en relación con su negocio pueden ser mayores que los de quienes trabajan para accionistas anónimos. Pero si tuviéramos que reducir las diferencias a un solo concepto, una sola palabra, lo que subyace a todas las ventajas competitivas y al carácter distintivo de las empresas familiares, la palabra tendría que ser “confianza”.
La confianza es la fuente de las perspectivas a largo plazo, el “efecto familia”, la lealtad, el compromiso, la administración y mucho más.
El legado familiar
Trabajar en una empresa familiar supone defender un legado.
La existencia de una cultura fuerte no es suficiente para asegurar una salud de hierro en la empresa familiar. Ser capaces de gestionar adecuadamente las emociones personales frente a la racionalidad del negocio, es también fundamental para un devenir sostenible.
Cercanía, innovación, pasión, integridad y calidad, una conducta y una filosofía que conducen a mejorar la calidad de vida a nuestro alrededor, base de toda empresa familiar que quiere generar confianza y lograr la transmisión y perdurabilidad del legado.
Una familia puede llevar a cabo cambios significativos en sus empresas, incluso desprenderse de negocios que se han conservado por generaciones, para emprender nuevos retos; aun así, el legado familiar debe perdurar independientemente de las transformaciones que puedan sufrir sus empresas.
La transferencia de los valores y principios al interior de la organización es también fundamental para preservar su legado familiar y empresarial. Esto coloca a las siguientes generaciones en una posición favorable para que continúen con el negocio que se ha construido por generaciones.
El legado de las empresas familiares es el componente que integra el propósito del negocio, los valores familiares y sus logros durante generaciones. Transferir el legado puede ser un reto complejo; sin embargo, resulta esencial para la sostenibilidad de la organización y la preservación de la identidad y los valores de la familia. Por lo tanto, es fundamental que las familias consideren integrar un plan y trabajen en preservar el legado que desean que perdure.
Fuentes:
(1) KPMG
(2) El Confidencial
(3) Forbes
Imagen: <a href=’https://www.freepik.es/fotos/campana-salud’>Foto de campaña de salud creado por freepik – www.freepik.es</a>