Ante el posible escenario de la ausencia o retiro del líder empresarial, es fundamental realizar una reflexión profunda que no solo contemple el futuro inmediato, sino que tenga una proyección a largo plazo de la vida de la empresa. Este proceso debe llevarse a cabo antes del cambio generacional para identificar tanto los elementos del negocio como los emocionales, y diseñar un plan de sucesión adecuado.
Las empresas familiares representan una gran parte de la economía de nuestro país, siendo el motor de nuestra economía. Consiguen generar una gran cantidad de empleo (más de un 66,7%, lo que equivale a más de 6,58 millones de puestos de trabajo en nuestro país ) y contribuyen significativamente al PIB privado con un 57,1%.
Estructurar un plan de sucesión sólido es clave para asegurar su continuidad.
La resistencia natural del fundador para dejar su puesto no debe interferir en la sucesión, que debe ser resuelta adecuadamente para evitar conflictos familiares.
Un plan de sucesión exitoso
En una empresa familiar, el proceso de sucesión es un momento crítico y complejo que puede determinar el éxito o el fracaso del negocio. Por lo tanto, es esencial tener un plan de sucesión bien estructurado que aborde todos los aspectos clave del proceso. Un plan de sucesión efectivo debe ser consensuado, estratégico y estar bien gestionado.
- El primer elemento clave de un plan de sucesión exitoso es que sea consensuado.
El fundador del negocio debe tener en cuenta los intereses y expectativas tanto de los miembros de la familia como de los directivos y colaboradores. Es importante evitar sorpresas no deseadas, como rechazos, abandonos y resistencia al cambio, lo que permitirá visibilizar las posibles discrepancias para llegar a acuerdos. Debe haber un diálogo claro y abierto con todas las partes involucradas para garantizar un proceso de transición suave y exitoso.
2. El segundo elemento clave es que el plan de sucesión debe ser estratégico.
Requiere contar con una radiografía de la empresa en cuanto a su mercado, oportunidades y amenazas, puntos fuertes y débiles, tanto en la actualidad como de cara al futuro. Estas variables sentarán el punto de partida, puesto que el sucesor enfrentará un escenario distinto al del antecesor. Es importante tener apertura, ya que el inicio de este proceso puede conllevar una reorientación de la visión de la empresa y siempre será un buen ejercicio de proyección de futuro.
3. El tercer elemento clave es que el plan de sucesión debe ser gestionado con los recursos necesarios.
Muchos planes de sucesión se quedan en el papel y no alcanzan el objetivo. Es fundamental que se gestione con los recursos necesarios; una gestión profesional se inicia con el diseño, pero debe continuar con la puesta en marcha de cada acción programada, con la intervención de los agentes involucrados y con el control periódico de resultados.
La finalidad del plan de sucesión es facilitar el relevo generacional, no se trata de aprovechar la ocasión para arreglar otros problemas; por ello debe ser enfocado y alineado a un propósito realista.
Por qué confiar en expertos
Como decimos, el proceso de sucesión es un momento crítico en la vida de una empresa familiar, pero con un plan de sucesión sólido, se pueden evitar conflictos y garantizar la continuidad y el éxito del negocio en el futuro.
Apoyarse en expertos para dibujar un plan de sucesión de empresa familiar es importante, ya que aportan experiencia y conocimientos especializados en la materia.
Para estos profesionales será más fácil identificar y abordar los desafíos únicos que surgen en la sucesión de una empresa familiar, como conflictos familiares, equidad en la distribución de bienes, gestión del cambio y planificación fiscal, entre otros.
Nuestro equipo multidisciplinar y especializado aportará una perspectiva objetiva que ayudará a garantizar que se tomen decisiones acertadas y que se establezcan planes claros y realistas para el futuro de tu empresa. ¿Hablamos?
Fuentes:
(1) El Confidencial
(2) LiderEmpresarial.com
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