¿Confías en el modelo de gestión de tu Empresa Familiar?
Las empresas son, por naturaleza, inestables.
En el caso de las empresas familiares esa inestabilidad se acentúa un poquito más porque estamos añadiendo algunos factores más: la familia y sus aspiraciones.
El buen gobierno y la buena gestión nos van a ayudar a controlar y tratar de reducir las inestabilidades que nos vamos a encontrar en nuestro camino hacia… ¿hacia dónde?
Bueno, quizá podamos acordar que nuestro objetivo es la perdurabilidad en armonía. Que nuestra empresa familiar se vaya transmitiendo de generación en generación, creciendo y generando prosperidad para todos los miembros que componen su sistema, el que forman la empresa, la familia y el patrimonio.
La empresa crecerá durante el proceso e, inevitablemente, se enfrentará a retos. El modelo de gestión y gobierno que queremos aplicar va a ser uno de ellos.
Es posible que el más importante.
La auténtica PAZ hay que construirla y trabajarla
Dejar que las cosas continúen evolucionando por sí mismas, no haya foros claros de decisión y crezcamos sin una idea clara de cómo gobernarnos y anticipar los problemas es una receta para la autodestrucción.
Está claro que hay un momento para todo y saber detectar el momento en que se hace necesario un sistema de gobernanza para el sistema Empresa-Familia es más un arte que una ciencia. No hay recetas mágicas.
Tener la habilidad y la valentía de levantar la mano y proponer un sistema de gestión es un símbolo de liderazgo. Es mucho más fácil dejar que las cosas evolucionen por sí mismas y enfocarse en lo urgente en vez de en lo importante.
¿Cuándo es el mejor momento? Desde luego no existe una fórmula pero podemos decir que la falta de un gobierno formal en una empresa familiar empieza a ser problemática cuando el nivel de incomodidad entre sus miembros se hace insoportable o el tamaño del grupo familiar implicado en el trabajo o la gestión de la empresa es demasiado grande para que los problemas se solucionen de manera informal.
Así llega el momento de crear estructuras de orden interno que nos permitan controlar la inestabilidad natural de nuestro sistema Empresa-Familia-Patrimonio.
En este momento entra en juego el gobierno de la familia y el de la empresa. Hoy hablaremos del de la familia.
La importancia del Gobierno Familiar
En un sistema familiar cada uno de los movimientos que se hacen y las decisiones que se toman afectan a todos sus miembros y por supuesto al propio sistema.
Además la propiedad reside en la familia y es vital que la propiedad esté alineada o no se podrá avanzar.
El Gobierno Familiar ofrece los foros adecuados para que la familia se comunique, comparta información relevante de manera estructurada y se expresen las distintas opiniones con libertad, fuera de los límites que establecen los roles que cada miembro de la familia tiene en la empresa.
Es el lugar donde todos los legítimos intereses individuales se expresan y se alinean para constituir y fortalecer el proyecto común.
En resumen, es la base de la continuidad de la familia empresaria.
Para constituir un buen gobierno familiar se requiere un trabajo, no es algo que se pueda construir de la noche a la mañana. Tenemos que plantear la idea, estructurarla, hacerla crecer con la colaboración de los interesados. Debe existir voluntad y compromiso pero su implantación no puede ser forzada. La decisión tiene que ser libre.
Y a partir de ahí se construye el marco normativo al que nos atendremos a partir de ahora. Construiremos un protocolo familiar y definiremos las funciones de los distintos órganos que necesitemos.
Cada familia tiene su momento y los órganos necesarios pueden variar pero repasemos al menos los dos más relevantes.
El Consejo Familiar y la Asamblea Familiar
Antes de entrar en ellos debemos repasar su relación con el gobierno puramente empresarial.
Dependiendo de su desarrollo las empresas puede tener o no una junta general de socios, un consejo de administración y un comité de dirección.
El consejo de familia mantendrá las relaciones con la empresa a través de la junta de socios y el consejo de administración, es incluso muy posible que sus miembros lo sean de varios de estos órganos de gobierno a la vez.
La estrategia familiar se define en el consejo de familia mientras que el consejo de administración se encarga de convertir esta estrategia familiar en la necesaria estrategia empresarial adecuada al entorno el mercado y las circunstancia de cada momento.
Las funciones del consejo de familia tienen que estar adaptadas al momento de desarrollo por el que atraviese el sistema y evolucionarán con el. Podemos citar las siguientes:
- Canal de comunicación entre familia y empresa
- Estrategia de protección y crecimiento de activos patrimoniales
- Apoyo a proyectos emprendedores de miembros de la familia
- Definir y controlar el plan de sucesión
- Establecer y aprobar las reglas de transferencias de acciones
- Desarrollo personal, empresarial y profesional de los miembros de la familia
- Entrenar y desarrollar a familiares de socios
- Aprobar y regular las políticas de contratación de familiares
- Defender los derechos de los socios que no trabajen en la empresa
- Definir los beneficios económicos de los socios
- Desarrollar y vigilar el cumplimiento del pacto de socios
La Asamblea familiar es un órgano dependiente del consejo de familia en el que tienen cabida todos los miembros de la familia con un componente mucho más de preservación de valores y formativo.
Todos los miembros de la familia presentes en la Asamblea Familiar van a tener la oportunidad de discutir, analizar y tomar decisiones sobre asuntos de interés común, preservar el ejemplo de las generaciones anteriores, mantener vivo el legado y encontrar oportunidades de desarrollo personal.
El buen Gobierno Familiar es un camino que hay que recorrer
Establecerlo es un paso muy importante que toma su tiempo por el consenso necesario. Pero es solo el primero.
Una vez en marcha hay que observar cómo funciona y hacer ajustes. El sistema Familia-Empresa-Patrimonio es un sistema vivo que debe evolucionar y ser capaz de adaptarse continuamente al entorno en el que se mueve para tener éxito.
Un último consejo: implementar un sistema de gobierno familiar es una tarea complicada, con muchas esquinas y situaciones inesperadas que te pueden surgir. Los servicios y el consejo de un asesor externo a tu sistema te aportarán la necesaria visión profesional para atacar los problemas desde el punto adecuado.