Los equipos de alto rendimiento en la empresa familiar
Contar con equipos de alto rendimiento significa conseguir resultados mejores de los esperables en condiciones normales.
Este tipo de equipos se mueven en entornos de confianza y compromiso, se autogestionan, asumen riesgos, tienen objetivos comunes y trabajan para ellos por encima de los objetivos personales.
¿Suena utópico?
Lo sería si no tuviéramos la constancia de que estos equipos existen y las empresas que los cobijan no los tienen por casualidad. La existencia de los equipos de alto rendimiento responde a la voluntad de tenerlos y a la creación de las condiciones que los hacen posibles.
Vamos a ver en qué consisten estos equipos y qué podemos hacer para que los equipos de nuestra empresa familiar evolucionen hacia el alto rendimiento.
¿Es posible tener equipos de alto rendimiento en la empresa familiar?
Esta sería la primera pregunta obvia aunque solo sea porque estamos en el blog de una consultoría de empresas familiares.
Una de las características más relevantes que tienen estos equipos es la forma de interactuar entre ellos. Cuando el equipo ha adquirido el grado de confianza necesario para que los intereses personales tengan menos importancia que los del equipo se establecen unos nuevos códigos de relación, una forma de comunicación propia basada en la confianza.
Justo la comunicación y confianza que existe por defecto en los grupos familiares bien avenidos. Una empresa familiar tiene los mimbres necesarios para establecer equipos de alta rendimiento en su seno, la parte más importante será siempre ser consciente de esta ventaja competitiva y construir sobre ella.
Por lo tanto la respuesta es un alto y claro sí. No solo se pueden tener equipos de alto rendimiento en las empresas familiares sino que estas empresas son el lugar ideal para que germinen y se desarrollen.
Características de los equipos de alto rendimiento
Estos equipos consiguen resultados mejores que los que pueden conseguir la suma de sus individualidades y lo hacen a través de una serie de características que, si bien no son únicas, cuando operan en conjunto hacen que ocurra la magia y además que ocurra consistentemente.
- Objetivos comunes. Y no solo en el papel sino en la realidad. Todos los miembros del equipo se mueven en función de los objetivos comunes a los que ponen por encima de sus objetivos individuales.
- Comunicación transparente. Nada se queda en el tintero, no hay malentendidos, todo se discute en un entorno seguro. Todos saben que pueden reportar problemas y que serán discutidos apropiadamente.
- Autonomía. Cada miembro está empoderado para tomar decisiones cuando el objetivo común lo necesita. Los errores se toleran y se corrigen.
- Celebración de resultados. La positividad es la norma y tanto los pequeños como los grandes avances son motivo de celebración.
- Liderazgo integrador. ¿Qué sería de un equipo sin un buen líder? En los equipos de alto rendimiento el liderazgo se centra en solucionar los problemas de los integrantes del equipo y allanarles el camino.
¿Qué puede hacer la empresa familiar para conseguir equipos de alto rendimiento?
Si reflexionamos sobre las características que acabamos de describir vemos que establecer las condiciones para que florezcan estos equipos está directamente relacionada con la cultura que existe en nuestra empresa.
Idealmente todas las características de los equipos de alto rendimiento debería estar presentes en nuestra cultura empresarial.
- Los liderazgos deben ser integradores y sistémicos.
- Los empleados deben tener autonomía para tomar decisiones lo que implica que se pueden cometer errores y estos deben ser tolerados.
- La comunicación debe estar basada en la confianza y ser transparente lo que llevará a una eficiente gestión de los inevitables conflictos.
- La positividad y la celebración de resultados debe ser la norma y no la excepción.
Para crear el entorno apropiado la empresa debe potenciar su carácter familiar, estas características de las que estamos hablando no son muy diferentes a los que se viven en nuestras familias y no hay razón para que en la empresa se vivan unos valores y una cultura distintos, más bien todo lo contrario.
En resumen, crear equipos de alto rendimiento en la empresa familiar puede ser mucho más sencillo de lo que parece y está muy relacionado con la creación de una cultura empresarial tolerante e inclusiva.
No surgen por sí mismos o como resultado de acciones determinadas. Son el resultado de una cultura empresarial apropiada. Nuestro consejo es empezar revisando si la cultura de tu empresa es la adecuada para que tus equipos sean de alto rendimiento.
Y si no es así. ¿Qué piensas hacer al respecto?