Las empresas familiares son el músculo de la economía. Representan el 90% del tejido productivo en España, con más de 1,2 millones de firmas, generan casi el 70% del empleo privado y aportan un 60% al producto interior bruto (PIB), según Instituto de la Empresa Familiar.

Aquellas firmas con mayor ingenio han sabido reinventarse en medio de la tormenta, otras han apostado por la digitalización, y muchas más han tenido que aguantar el vendaval poniendo en práctica las enseñanzas obtenidas de crisis pasadas.

Cada empresa y cada familia son diferentes y cada una debe establecer su propia hoja de ruta a tiempo, antes de que se comiencen a manifestar los cambios que supone la entrada de las generaciones más jóvenes o la adopción de cualquier estructura empresarial que siempre va a repercutir en la familia y en los accionistas.

Si que hay algo fundamental que debe darse: la comunicación fluida y el saber valorar lo que cada uno aporta.

 El legado en la Empresa Familiar como ventaja competitiva

En el negocio familiar, el legado es el tejido que conecta el objeto del negocio, los valores familiares y los logros significativos a lo largo de varias generaciones.

En la mayoría de las empresas familiares, el legado familiar también suele incluir los principios, el propósito y los valores que sustentan tanto a la familia como a la empresa. Hay aspectos del legado que representan tanto a la empresa como a la familia para reflejar los deseos, comportamientos y expectativas de la familia, al tiempo que se legan elementos de valor específicos de la empresa, como una suma de dinero, una propiedad e incluso una empresa en marcha, de una generación a otra.

Se espera que las generaciones futuras mantengan, adapten y sigan aumentando el patrimonio que se les ha otorgado.

El legado puede convertirse en una ventaja competitiva porque proyecta la trayectoria y experiencia que han obtenido las generaciones anteriores al momento aprender de sus errores y éxitos, dando como resultado la transmisión de sus conocimientos y sabiduría.

Estas características tienen un impacto positivo en la imagen de la empresa, ya que los clientes sienten mayor confianza y tranquilidad, al consumir productos o servicios de una empresa que ha tenido una reputación consistente a través del tiempo.

Una imagen de marca con valores arraigados

Tener una imagen tan fuerte como lo tienen las empresas por el hecho de estar conformadas por familias, detona la acción de hacer uso de su marca para generar una ventaja competitiva en el mercado.

Las marcas nacen de la pasión, de una historia o del motivo o causa de la empresa, y transmiten emociones, lo cual se ha vuelto de lo más importante en un mundo que está siendo controlado por la tecnología.

Para utilizar el legado familiar como ventaja competitiva es necesario combinar adecuadamente una estrategia de mercadeo y herramientas innovadoras como las tecnologías emergentes. Esto permitirá que la empresa familiar continúe vigente, se desarrolle y apueste al crecimiento y consolidación empresarial, fortaleciendo la percepción de confianza y tranquilidad hacia sus clientes.

Te ayudamos

En Japón Matarí queremos ayudarte a que mantengas el legado en tu Empresa Familiar, a reconocer el valor añadido que aporta y reivindicarlo como tus predecesores querrían que se hiciese, combinando la tradición con la innovación. ¿Hablamos?

Fuentes:
(1) IEF
(2) KPMG
(3) Deloitte