Hoy esto no va de problemas, sino de soluciones.
Te queremos contar el final de la historia de Conservas Sánchez, la empresa familiar cuyos avatares venimos contando desde hace unas semanas.
La última vez que hablamos de ellos los dejamos ejecutando su plan de acción, implantando nuevas capacidades en su empresa, y en su familia, y aprendiendo durante el proceso.
Siempre decimos que la ejecución es muy importante y es fácil de entender, porque en la ejecución es donde las cosas se hacen realidad. La ejecución del plan tiene que ser excelente porque sin ella el plan no existe.
Pero el plan tiene que existir, porque en el plan es donde se ha diseñado el futuro, las cosas que tienen que pasar, los cambios que necesitamos desarrollar.
Conservas Sánchez invirtió el tiempo necesario en el desarrollo de este plan, en el proceso necesitó involucrar a todas las personas afectadas y llegar a muchos consensos en los ámbitos empresariales y familiares. Algo nada fácil pero total y absolutamente necesario.
Porque se pueden imponer directrices y estrategias, pero no se pueden imponer emociones. Y hacía falta tener la mayor cantidad posible de emociones positivas y mentes dispuestas a construir cosas detrás del plan de acción.
Afortunadamente Enrique Sánchez, el gerente y líder familiar, escogió el camino del consenso. Lo hizo siguiendo nuestro consejo pero también con una gran inteligencia. Deseaba con todas sus fuerzas regalarle a su familia y a sus empleados un sistema estable, una empresa fuerte, una familia cohesionada y un patrimonio saneado.
Reconoció que tenía que renunciar al camino del “ordeno y mando” y empezar a navegar por otra ruta más desconocida para él: la de consensuar los temas asegurándose que todas las voces eran escuchadas y tenidas en cuenta.
Y así llegamos al momento actual. Han pasado varios años y todos los proyectos se han implantado. Enrique está satisfecho con el resultado y listo para retirarse.
Pero, ¿qué hace que Enrique sienta íntimamente que las cosas ya pueden funcionar sin él?
Un sistema que se autoregula porque tiene los mecanismos para ello
Lo primero que ocurre es que las cosas ya funcionan sin él, varios de los proyectos que se incorporaron al plan de acción tenía un componente altamente estratégico orientado a crear estructuras de gobierno.
Los órganos de gobierno se han ido creando y consolidando durante la ejecución de los proyectos. Por supuesto no todo ha funcionado a la primera y ha sido necesario hacer ajustes, pero esto estaba previsto. El hecho de que determinados proyectos no funcionaran no creo un caos, sino la necesidad de reorientarlos y volver a ponerlos en el camino correcto.
En algunos casos significó un cambio de personas, en otros más dinero, pero al final Enrique lo da todo por bien empleado.
Porque lo segundo, y sin duda lo mejor, que está ocurriendo ahora mismo es que su sistema empresa – familia – patrimonio tiene estructuras de toma de decisión muy bien planificadas, cada decisión que hay que tomar tiene su foro y se buscan siempre los consensos.
Nada se impone, el sistema ha aprendido nuevas habilidades y las pone en práctica contínuamente.
¿Se acabaron los problemas?
El sistema empresa – familia – patrimonio de Conservas Sánchez no vive en aislamiento, en realidad los sistemas perfectamente aislados no existen.
Esto significa que, inevitablemente, hay imprevistos. Algunos positivos, otros no tanto. Algunos afectan a la familia, otros a la empresa o al patrimonio.
Además, por definición el sistema crece, ha de hacerlo, es lo que queremos que ocurra.
Si consideras un sistema que está creciendo y expuesto a diferentes imprevistos tanto externos como externos llegas a un sistema con una alta inestabilidad, y un sistema inestable tiende a no producir los resultados para los que ha sido concebido.
Y, ¿cómo se puede reducir la inestabilidad del sistema? La solución pasa por añadir elementos de control que actúen sobre los puntos más vulnerables.
Las estructuras de gobierno creadas en Conservas Sánchez son su elemento de control, son el factor que compensa la inestabilidad natural que todo sistema complejo tiene. No acaban con los problemas, nada puede hacerlo, pero establecen las condiciones apropiadas para gestionar esos problemas y encontrarles la mejor solución posible.
Eso hace que Enrique Sanchez esté ya preparado para retirarse con la satisfacción de haber dotado a su empresa familiar con la mejor herramienta posible.
La capacidad de afrontar cualquier situación con las mejores garantías.
Artículos anteriores sobre Conservas Sánchez:
Los comienzos de una empresa familiar
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