Desde hace un tiempo venimos contando la historia de Conservas Sánchez, es muy ilustrativa porque refleja muy bien lo que una empresa familiar debe y no debe hacer para garantizar su supervivencia.
Y viene perfectamente al caso de la pregunta que hay en el título de este artículo, porque justo ahora estamos en el momento en que Enrique Sánchez, el gerente, se está haciendo precisamente esa pregunta.
Enrique ha llegado a la conclusión de que necesita ayuda para afrontar todos los problemas que quiere resolver antes de retirarse.
Lo hizo en el momento vital que relatamos en este artículo. Si no lo has hecho todavía a lo mejor sería bueno que repases también, éste y este otro para entender bien cómo ha llegado hasta ahí.
De cualquier forma aquí está Enrique con su lista de tareas:
- Buscar ayuda: contratar a una empresa que me ayude a estructurar los problemas y cómo atacarlos.
- Sucesión: ¿quién me va a suceder?, ¿cómo voy a hacer para que nadie se sienta agraviado?
- Profesionalización: tenemos empleados a todos los familiares que han querido trabajar en la empresa pero ¿tenemos a los que necesitamos?
- Gobierno del sistema empresa-familia-patrimonio: hasta ahora ha ido bien entre mi hermano y yo pero está claro que la siguiente generación necesita nuevas estructuras de gobierno
- Terminar la implantación del ERP de una vez: era un proyecto para mejorar y ahora es un suplicio.
- Cambiar la tendencia negativa de los beneficios: de momento estamos bien pero no podemos aguantar demasiado tiempo con los beneficios bajando.
- Complemento de la pensión: ¿tendremos que vivir mi hermano y yo solo con la pensión legal cuando nos retiremos?
- Gestión financiera y patrimonial: Adolfo gestiona bien las cuentas y es muy prudente pero tenemos que prepararnos para cuando él no esté a cargo.
¿Dónde buscar ayuda para poner en orden una empresa familiar?
Enrique no es mucho de buscar en Internet y se maneja bastante mal con las redes sociales, la verdad es que nunca las ha entendido demasiado. Es consciente de que los tiempos cambian y, hoy por hoy, es un lugar en el que hay que estar, pero nunca se ha habituado del todo a los lugares digitales.
Así que simplemente no utilizó ni Internet ni las redes sociales para encontrar esa ayuda que estaba buscando.
Desde hace tiempo era miembro de una asociación de empresas familiares con la que se reúne de vez en cuando. Eso sí que le parece un lugar apropiado, además con los años ha ido creando relaciones con algunos de sus miembros hasta el punto de que puede decir que tiene en ella tres o cuatro amigos de verdad.
De esos a los que les puedes contar tus preocupaciones más íntimas con la confianza de que te van a dar el mejor consejo posible.
Habló con sus mejores amigos y al final se encontró con Landelino.
Landelino era miembro de una empresa familiar que ya estaba en tercera generación. Él mismo tenía responsabilidades en el Consejo de Administración y en el Consejo de Familia.
Un día quedaron para comer y la comida se alargó hasta muy bien entrada la tarde.
Y no porque la comida fuera buena, que lo era, sino porque a la hora de saborear un humeante café Enrique se sinceró con su amigo y le contó su preocupación más grande. Quería dejar su empresa y su familia bien ordenados antes de retirarse.
Landelino le escuchó, se daba perfecta cuenta de que su amigo estaba realmente angustiado y quiso entender muy bien su preocupación.
Cuando Enrique terminó de hablar Landelino le contó lo que habían hecho en su propia empresa hace unos años y que hasta la fecha estaba funcionando de maravilla.
¿Por qué utilizar una consultoría de empresas familiares?
- Verás Enrique – dijo Landelino-, cuando mi empresa tuvo una situación parecida mi tío estaba a cargo y lo que hizo fue contratar una consultoría de empresas familiares. De verdad que te lo recomiendo.
- Lo primero que hicieron estos tíos – continuó – fue hablar con todo el mundo que tenía algo que decir en la empresa. Si coges a unos buenos de verdad no se tienen que limitar a escucharte a ti y hacer lo que tu digas sino que van a entender todos tus problemas al detalle para hacer un diagnóstico equilibrado que contemple todos los puntos de vista. Tienes que entender que tu problema no es solo de empresa o solo de familia. Es un todo que engloba las dos cosas y como tal tiene que ser tratado. Cualquier acción que tomes va a tener efecto a largo plazo y hay que conocer muy bien las implicaciones, trazar escenarios, crear cursos de acción y después ejecutar claro.
- Esto es muy importante. Si coges a alguien que sea gente con vocación de quedarse a tu lado y llevar a cabo sus recomendaciones. Esto de aconsejar a la gente lo que hay que hacer, cobrar por ello y después desaparecer no es lo que necesitas. Y si de verdad tienen vocación de quedarse a largo plazo contigo entonces puedes confiar en ellos.
Eso es en esencia claro. Landelino y Enrique estuvieron hablando mucho más tiempo y se dijeron muchas más cosas.
Pero lo importante es que Enrique se convenció y ahí fue donde nosotros entramos en la historia de Conservas Sanchez.