Los recursos no son infinitos. Hay muchas cosas que se deben hacer pero no todas se pueden atacar al mismo tiempo.
Existen límites. En una empresa no familiar esos límites normalmente son los recursos. es decir el dinero, el tiempo y las habilidades.
Solo puedes hacer tantos proyectos como recursos tengas, y por supuesto esos proyectos deben estar alineados con la estrategia.
Porque hacemos proyectos para hacer realidad la estrategia de la empresa, ese es el fin último.
Pensemos ahora en una empresa familiar. En cuanto a empresa tiene los mismos problemas que una no familiar, pero al ser familiar añade dos particularidades:
- Sus objetivos van más allá de los simplemente empresariales. Tienen una aspiración de perdurabilidad para garantizar no solo el futuro de la empresa, sino también el de la familia.
- Los proyectos también van más allá. Además de los típicos de toda empresa tienen todos aquellos que implican al sistema compuesto por la familia, la empresa y el patrimonio.
Venimos contando la historia de Conservas Sánchez para ilustrar situaciones típicas por las que tiene que pasar toda empresa familiar. Al pie de este artículo te dejamos los links a los artículos anteriores por si quieres repasarlos.
En este momento, el actual gerente, Enrique Sánchez, lleva ya tiempo trabajando con una consultoría de empresas familiares. La contrató para ayudarle con todos los temas que quiere dejar terminados antes de retirarse.
Han pasado ya por la fase del análisis, han generado una lista de proyectos necesarios y se enfrentan ahora a esa lista. Sus recursos son limitados, como los de todo el mundo y tienen que priorizar.
Veamos cómo lo hacen.
La lista de proyectos de la familia Sánchez
Llegar a una lista final de proyectos no fue un camino de rosas. Enrique Sánchez tenía su propia lista antes de empezar pero sus consultores insistieron en que había que tener en cuenta a todas las partes significativas de la familia.
Esto fue un choque significativo para Enrique, que estaba acostumbrado a llevarlo todo el solo. Con alguna participación de su hermano y socio Adolfo cuando las decisiones involucraban el área financiera de la que Adolfo se ocupaba.
Involucrar a la familia tenía su razón de ser basada en el momento vital que atravesaba la empresa: en segunda generación, con preocupaciones económicas, afrontando problemas de madurez desde el punto de vista empresarial, y con una tercera generación con expectativas de participación en el futuro, pero muy desinformada sobre la situación actual y los planes a medio o largo plazo.
Enrique aceptó la nueva situación como parte del cambio en el que se había embarcado. Quizá ese cambio estaba llegando un poco más lejos de lo que había esperado pero era lo suficientemente inteligente para comprender que era el momento de hacer las cosas de forma diferente.
La lista que se pudo consensuar tenía proyectos en tres áreas distintas:
Empresarial
- Finalizar implantación ERP
- Plan de impulso a la iniciativa
- Plan de sucesión de la gestión
- Revisar modelo de negocio y plan estratégico
- Plan comercial y de marketing
- Implementación gestión por procesos
Familiar
- Plan estratégico del sistema familia-empresa y gobierno familiar
- Políticas laborales y económicas familiares
- Protocolo familiar
Patrimonial
- Plan de sucesión de la propiedad
- Plan de gestión patrimonial familiar
En realidad, ninguna de estas áreas es separable de las otras, muchos de los proyectos tienen ramificaciones que se adentran en otras áreas. De todas formas, separarlas de esta manera ayudó al siguiente paso, la priorización.
¿Qué criterios hay que usar para priorizar?
Como puedes ver, en la lista hay proyectos de todo tipo, pero todos ellos conducen a cambios profundos.
La priorización es la parte más crítica, porque esta decisión va a marcar los meses y años siguientes. Una decisión errónea puede llevarnos a pérdidas de tiempo que puede ser que nunca más se logre recuperar.
Por eso hay que tener cuenta las particularidades de las empresas familiares, no se pueden utilizar los mismos criterios que en una empresa no familiar.
Un sistema familiar (empresa, familia, patrimonio) es por definición inestable debido a su propia complejidad. Tenemos que enseñarle a responder por sí mismo a su propia inestabilidad, tenemos que enseñarle a aprender.
Y, ¿cómo se consigue eso? La priorización es una herramienta muy poderosa que tenemos en nuestras manos y debemos saber utilizar.
Cualquier proyecto que genere la evolución mental de las personas clave debe ser nuestra primera prioridad. Tenemos que asegurarnos de dar esa primera prioridad a los proyectos que involucren, impliquen o afecten a aquellas personas que más necesitamos en los cambios que están a punto de generarse.
Además, hay un segundo factor a tener en cuenta a la hora de priorizar, un sistema familia empresa no necesita de intensidad de acciones sino de oportunidad y constancia.
La oportunidad es la priorización, es hacer que las cosas ocurran en el orden que más interese al objetivo final (en un sistema familia empresa es la perdurabilidad).
La constancia se consigue a través de una ejecución persistente del plan de acción que va a ser el resultado de nuestra priorización de proyectos.
Algo en lo que entraremos en el siguiente artículo.
Artículos anteriores sobre Conservas Sánchez:
Los comienzos de una empresa familiar
Como pasa una empresa familiar de primera a segunda generación
El peor error que cometen las empresas familiares
¿Qué hace una consultoría de empresas familiares?
Seleccionando a tus consultores de empresas familiares
El protocolo familiar es necesario pero no suficiente
Analizando a una empresa familiar… o quizás a una familia empresaria